3 retos para recuperar la industria venezolana. Parte II; por: Constantino Bonaduce
Invertir en Venezuela es uno de esos riesgos que solo asumen los visionarios. Cuando pusimos la primera piedra del Parque Industrial Aerocentro, conocíamos perfectamente las condiciones de incertidumbre económica que podían afectar este proyecto de parque industrial y corporativo. Pero no nos detuvimos. En esencia, porque también sabemos que no hay desarrollo posible sin una infraestructura de primera adaptada a las necesidades de estos tiempos. Alguien tenía que empezar.
En el artículo "3 retos para recuperar la industria venezolana. Parte I", introduje el tema de reindustrialización inscribiéndolo en la emergencia de una economía pospetrolera. El segundo reto que identifico es una oferta de infraestructura atractiva y moderna para energizar el sector, una responsabilidad compartida por los empresarios, el Estado e incluso los ciudadanos vigilantes de las inversiones que afectan su calidad de vida.
En los países desarrollados, la sociedad civil ya no se preocupa por exigir una vialidad en excelente estado, servicios públicos óptimos, puertos y aeropuertos en su plena capacidad o zonas industriales pujantes. Todas estas bondades ya han sido alcanzadas como estado previo al desarrollo. Mientras tanto, en Venezuela, seguimos trabajando para resolver necesidades básicas insatisfechas en un cuadro bastante desalentador para las inversiones. Tenemos hoy empresas que perdieron su capacidad operativa, otras que esperan el momento más favorable para reactivarse y, en general, una industria nacional descapitalizada.
La orientación del Estado tiene que cambiar. La prioridad no puede seguir siendo el control sobre los medios de producción, sino el fomento de la competencia entre los industriales locales y que este sector pueda crecer por sí solo en un ambiente de confianza y seguridad jurídica. En lugar de las expropiaciones e intervenciones que culminan en fracasos rotundos, el Estado debe impulsar las inversiones necesarias para volver a tener buenas carreteras, cubrir la demanda energética en todo el territorio nacional, proteger la propiedad privada y tomar medidas conducentes a la reducción de los costos de producción.
El papel de los empresarios no es menos importante. Debemos empezar ahora mismo con los recursos a nuestro alcance. Por esa razón, más allá de la incertidumbre, pusimos en marcha el Parque Industrial Aerocentro en la entrada de la ciudad de Barcelona, estado Anzoátegui, con la visión estratégica de aprovechar la carretera nacional y el aeropuerto internacional José Antonio Anzoátegui. Además, la seguridad perimetral está garantizada por la proximidad de un Comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y una estación del Cuerpo de Bomberos del estado.
Cuando hablamos sobre infraestructura de avanzada, debemos remitirnos a uno de los más ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en septiembre de 2015 por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Específicamente el noveno, que se refiere a una industrialización sostenible e innovadora. Venezuela, como país miembro, se comprometió a desarrollar en los próximos años infraestructura fiable y resiliente, aumentar la contribución de la industria al empleo y al producto interno bruto, ampliar el acceso de las empresas a los servicios financieros y adoptar tecnologías y procesos que preserven el ambiente.
Podríamos decir con toda confianza que Aerocentro cumple con los criterios de sostenibilidad e innovación que se visualizaron en el seno de las Naciones Unidas. No solo contamos con 210 galpones modernos y oficinas corporativas, sino que disponemos de servicios públicos de instalación subterránea, un proyecto de hotel boutique y áreas destinadas a las principales agencias bancarias del país. Un empresario que decida mover su negocio a Aerocentro, estará viviendo hoy en la Venezuela del mañana.
Constantino Bonaduce / Parque Industrial Aerocentro
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