Factores Determinantes de la Inversión Privada; por: Constantino Bonaduce
La administración financiera en una empresa no se limita a las labores diarias de tesorería ni a la función puramente contable y contralora.
También debe enfrentar tres importantes decisiones de fundamental importancia para la empresa: la decisión de inversión, la decisión de financiamiento y la decisión de distribución de ganancias. Especialmente en lo que se refiere al mediano y largo plazo, estos tres tipos de decisiones deben coordinarse a los más altos niveles de la organización con el objeto de maximizar el valor de la empresa y, en consecuencia, la riqueza de los accionistas.
La decisión de inversión tiene que ver con la distribución eficiente del Capital disponible con base a las distintas oportunidades que se le presentan a la empresa. Normalmente esto implica la adquisición, expansión o desmantelamiento de Activos reales bien sea tangibles como maquinaria, equipos, inventarios y Capital de Trabajo, o intangibles como conocimiento técnico, prestigio, oportunidades de crecimiento y otros.
La decisión de financiamiento tiene que ver con la obtención de los fondos necesarios para aprovechar las oportunidades de inversión que se le presentan a la empresa. Dichos fondos son obtenidos por medio de la emisión de instrumentos financieros, tales como Acciones y bonos, o a través de la contratación de préstamos bancarios.
La decisión de distribución de ganancias, o dividendos, implica la ponderación de necesidades de recursos de reinversión para la empresa, por una parte, y las necesidades o exigencias de los accionistas y acreedores, por la otra.
La administración financiera de la empresa debe hacer una combinación óptima de estas tres categorías de decisiones que no sólo están interrelacionadas, sino que, además, dependen críticamente de factores difíciles de pronosticar.
Los criterios que deben orientar la toma de decisiones de inversión deben estar basados principalmente en los siguientes principios: informarse bien, consultar a los mejores profesionales para decidir en base al conocimiento más actualizado. Las decisiones deben proyectar como consecuencia una ganancia razonable del Capital de la empresa. Las decisiones deben ponderar lo más posible los riegos que ellas implican, esto quiere decir que, ante posibilidades de inversión con idénticas ganancias estimadas, se preferirá aquellas cuyos ingresos sea menos inciertos.
El inversionista que actúa bajo estas premisas estará dispuesto a someter su Capital a un mayor nivel de riesgo sólo si ello viene acompañado de un mayor beneficio económico. Por lo tanto, toda decisión de inversión está asociada a un cálculo consciente o inconsciente de la relación que existe entre el riesgo y el rendimiento de la inversión.
Constantino Bonaduce, Presidente y fundador del Parque Industrial Aerocentro