Campaña discreta rodea al firmazo oficialista en Anzoátegui
Durante la jornada de recolección de firmas en Barcelona, entregan propaganda que llega a pasar desapercibida
Salvador Passalacqua
@spassalacqua
Como todas las del país, la plaza Bolívar de Barcelona acoge un toldo rojo en el que militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) extienden un lapicero y vigilan que los datos estampados por los firmantes coincidan con los de su cédula laminada, exigencia indispensable para solicitar la derogación de la orden ejecutiva de Barack Obama y para comprar un par de jabones en un minimercado de chinos del bulevar 5 de Julio.
Alrededor de la jornada de recolección de firmas se configura un ambiente de anteguerra, pero también de discreta campaña electoral. Grupos de misioneros invitan a los transeúntes al toldo entregándoles un panfleto del tamaño de la palma de la mano de un niño, con el anuncio propagandístico “10.287 centros de salud creados en revolución”. Lo hacen con una sonrisa, sin dar explicaciones a quienes no las piden.
A las 9:25 de la mañana, la planilla más accesible a la vista pública exhibe tantas firmas como cámaras de televisión enfocan al punto rojo: son exactamente seis. Equipos para la transmisión en vivo ocupan la acera. Hay tres televisores en permanente sintonía de VTV. Algunos firmantes con uniforme de Pdvsa quedan embelesados con la imagen del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, pero un canto a todo pulmón les impide oírlo. El grupo musical Sol Antillano ameniza el firmazo.
Solo a doce pasos eligen al Comité Ciudadano de Control Policial de Barcelona. Los comicios resultan una coincidencia provechosa. Vastos efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) custodian las esquinas y dan la sensación de estar a salvo del acecho perpetuo del enemigo interno: el hampa.
El gobernador Aristóbulo Istúriz, también vicepresidente del PSUV en la región nororiental, encargó al partido juntar 595.000 firmas en el estado Anzoátegui hasta el 9 de abril. Todas las que se recojan en el país serán consignadas ante la VII Cumbre de las Américas en Panamá.
Las guitarras de Sol Antillano acompañan las consignas que evocan la antesala de la supuesta intervención gringa. Versionan el Don Samuel de Alí Primera pidiendo un aplauso que nunca suena. No hay público.