Para Santo Tomás de Aquino, una ley injusta no era ley, el consideraba que la fuerza de ley dependía de su justicia y dicha justicia debía estar en conformidad con la razón y la ley natural, sino sería corrupción de ley
El régimen necesita controlar la narrativa, e imponer los temas de la agenda de discusión pública ciudadana, como parte de una política que busca desmoralizar a 80% del país que aspiramos ver el final de la usurpación en el menor tiempo posible