Desenmascarando el Fraude: Elecciones Falsas, Designaciones Encubiertas; por Pedro Galvis / @pgalvisve
Los venezolanos asumimos el desafío y, a pesar de los obstáculos y abusos del régimen, votamos el 28 de julio y derrotamos al oficialismo con sus propias reglas. Con actas en mano, evidenciamos el fraude electoral y por lo tanto, exigimos que se respete la soberanía y decisión popular.
Quienes defendemos la democracia en Venezuela somos conscientes de la realidad que enfrentamos. No existen alcaldías genuinamente opositoras, pues todas permanecen bajo el control de la dictadura hasta que logremos la liberación de nuestro país. Sin embargo, persisten individuos que, por ingenuidad o intereses personales, se someten a los designios del régimen, actuando como colaboradores de un sistema opresor.
Un aspecto crucial del escenario político actual es la farsa orquestada para el 25 de mayo. Este evento no será una elección legítima, sino una designación a dedo diseñada para simular una fachada democrática. En su desesperación por ganar legitimidad, el régimen pretende que los venezolanos olvidemos la contundente victoria que logramos en las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuando, liderados por María Corina Machado, elegimos a Edmundo González Urrutia.
25 de Mayo: Sumisión, No Lucha
Es fundamental entender que la convocatoria del 25 de mayo no es una contienda política, sino un acto de sumisión al poder tiránico que domina Venezuela. Como pueblo, no olvidamos el fraude perpetrado para arrebatarnos la victoria electoral. Por ello, debemos rechazar este intento de manipulación y defender nuestros derechos, haciendo valer la voluntad expresada libremente en las urnas.
En esta encrucijada histórica, que ha sumido a Venezuela en la crisis más profunda de su historia contemporánea, es imperativo mantenernos unidos y firmes en la lucha por restablecer una verdadera democracia. No podemos permitir que el chantaje, la manipulación y la represión sigan erosionando los cimientos de nuestra sociedad.
La resistencia pacífica y determinada es esencial en estos tiempos oscuros. Cada venezolano comprometido con la libertad y la justicia debe asumir su rol en la defensa de los derechos fundamentales. La unidad, la solidaridad y la valentía son herramientas poderosas que debemos emplear con inteligencia y estrategia.
A pesar de las adversidades, mantenemos viva la esperanza en el liderazgo de María Corina Machado y en un futuro mejor para Venezuela. Cada paso hacia la libertad, cada acto de solidaridad y coraje, nos acerca al horizonte de una nación próspera y democrática.