¿Economía prostituida?; por: José Angel Borrego

Un amigo profesor de la UCV aseguraba que la prostitución no fue el primer “arte” creado por el hombre si no la Economía. Porque la Biblia relata que “Al principio todo fue el caos…”, y dice nuestro amigo que sin economistas no hay caos. Desde luego a manera de chanza con piquete al revés, porque un economista expone una teoría contraria a la de otro economista y cada uno realiza un análisis enjundioso sobre una misma tesis o similar problema, siempre con resultados nada coincidentes, lo que propicia la hipótesis del caos atribuible a los economistas, que no a la Economía como materia que intenta regular procesos que nos vapulean.

Ahora bien; si nos atenemos a las cifras, actuaciones, propuestas y ejecutorias que en materia de economía exponen los economistas al servicio del Estado, desde luego que el razonamiento del profesor Jorge Koifman es acertado. Basta ver los intentos de Manuel Quevedo por explicar cómo elevará la producción de PDVSA en más de un millón de barriles diarios ¡en el 2018..! Fue enfático en esto último. E imagina uno que como Quevedo es solo un general, ayuno en materias económicas, piensa que puede amenazar a los taladros y presionar al subsuelo con su parque bélico para que se produzca el milagro que públicamente ofreció al Presidente Nicolás Maduro.

No sabemos si en PDVSA hay algún economista con cierta dosis de cerebro y los pies sobre la tierra. Técnicos en el sentido exacto del vocablo sabemos que no los hay. Tanto así que hoy (03 de julio) aparece una información en la que los obreros petroleros en el Lago de Maracaibo y al norte de Monagas reclaman que se les permita a ellos elevar la producción porque son ellos quienes operan los taladros y demás artilugios para cumplir con ese cometido. Antes, en presencia de Maduro y Quevedo, vimos y escuchamos a un personaje de quien no se detalló su currículo asegurar que podía elevar la producción en 1.4 millones de barriles/día.

Bajo tales premisas los economistas prostitutos de PDVSA realizan los estimados que insuflan el optimismo de Maduro quien observa incrementarse el precio del barril sin que Venezuela perciba el beneficio obvio porque en similar medida decrece la producción petrolera. Pero Quevedo es un general que desestima ser el inmediato comandante de su componente por quedarse en la manguanga de la petrolera y Maduro no puede reclamarle nada si aspira además lealtad. Olvida que Luis Herrera ponderaba que “los militares son leales…hasta que dejan de serlo”. Y baipasea también que la economía ofrece números, pero no producción de petróleo. 

Escrito por: José Angel Borrego