Doble pesadilla; por: Henry Cabello / @Henry_Cabello
Aquellos que insisten en seguir militando en elgrupo de los "perfectos idiotas" latinoamericanos, se regodean citando las múltiples intervenciones de USA en los asuntos políticos de este continente. Se olvidan --claro está-- de citar las que realizaron la extinta Unión Soviética y, ahora, su heredera, la Federación Rusa. Obviamente, los Estados Unidos, desde siempre, han mantenido una bamboleante relación con su inmediato vecino del sur: México. Aunque, a mi entender, los mexicanos se han vengado colonizando una buena parte de los Estados del sur de la Unión, en los que han implantado su cultura y sus costumbres en una curiosa mezcla con los hábitos anglosajones.
Lo cierto es que USA entró en guerra con España en 1898 y atacó la colonia que aún les quedaba a los españoles para aquella fecha: Cuba. Pero no para quedarse con la Isla, sino para liberarla. Como era de esperarse los gringos vencieron a España y le arrebataron varias de sus posesiones imperiales: Puerto Rico, Filipinas, Hawaii y Guam, pero, a pesar de que la guerra se escenificó mayormente en Cuba, el tratado entre España y USA le cedió a ésta última todas las colonias mencionadas con la excepción, precisamente, de Cuba. Aquella fue una guerra entre una potencia imperial en decadencia (España) y un país que aspiraba a convertirse en otra potencia imperial: USA. Luego de aquel episodio, los Estados Unidos continuaron una política de intervenciones en Latinoamérica. República Dominicana, Nicaragua, Haití y Honduras recibieron la visita de las tropas gringas en distintas ocasiones. Sin embargo, el tío Sam no se quedó con ninguno de esos territorios. Simplemente estaban cuidando su área de influencia, tanto política como comercial y militar. En 1983, bajo el gobierno de R. Reagan, las fuerzas militares norteamericanas invadieron la Isla de Grenada al considerar que el gobierno de la misma, aliado con Cuba y la Unión Soviética, intentaba construir un aeropuerto militar y posiblemente una base soviética en el Caribe. Estuvieron allí poco menos de tres meses y se retiraron cuando el Gobernador General de la Isla constituyó un nuevo gobierno. Como se sabe, esta isla es un protectorado británico y aquella invasión, si bien le puso freno a las ambiciones soviético-cubanas en el Caribe, le costó a Reagan algún enfrentamiento con Margaret Thatcher, la dama de hierro británica.
Hoy le toca a Donald Trump enfrentar un nuevo capítulo:Venezuela. La tenebrosa alianza del gobierno de este país, con Cuba, con los movimientos terroristas y radicales del medio oriente y Asia, así como con las peores dictaduras del mundo y los carteles internacionales del narcotráfico, suponen, en mi opinión, la peor amenaza para la estabilidadde la región que haya enfrentado USA en toda su historia. Lamentablemente, no estamos en los 80, ni Trump es Reagan, ni Maduro es un pequeño tiranuelo del Caribe. Venezuela, sumida en la mayor hiperinflación de que se tenga conocimiento en la historia, sometida por una banda de delincuentes y narcotraficantes, es --duele y apena reconocerlo-- una auténtica bomba nuclear en plena gestación contra la paz y la estabilidad del continente.
Y hoy veo, con pesar, como en el gigante México, va a tomar el poder un personaje que toma pastillitas "para conversar con las palomas" y que bajo una aparente promesa de progreso y lucha contra la corrupción y el narcotráfico, esconde una verdadera catástrofe populista para la región. De modo que, salvo que me equivoque, y sinceramente espero equivocarme, ya no será solo Venezuela el motivo del desastre que se avecina. Ahora Donald tendrá una doble pesadilla.
Escrito por: Henry Cabello / @Henry_Cabello