Petróleo en lágrimas; por: José Angel Borrego
Arístides Borrego fue un periodista que en Radio Capital, a inicios de los años ´70 ideó el micro “Gotas de Petróleo” para introducir informaciones interesantes relacionadas con el mundo petrolero que en cuanto a Venezuela se refiere era manejado por las transnacionales más relevantes del sector. Posteriormente una de las empresas surgidas de la nacionalización “patentó” ese nombre como “Petróleo en gotas”, también muy constructivo. En el primero colaboramos con variados temas que lográbamos privilegiadamente por ser periodistas de la Cía. Shell de Venezuela, tal vez la más prolífica del mundo en diversidad informativa.
Desde esos tiempos nos ha seducido el tema petrolero y en épocas de “la cuarta” mantuvimos relación de amistad con muchos altos jerarcas de La Industria que en aquellos tiempos no eran “divos”. Vale recordar que Luis Giusti, por caso, era un presidente de Pdvsa siempre dispuesto a conversar con periodistas. Antes, Calderón Berti tuvo similar actitud. Juan Chacín no podía ser más cordial y todo ello permitió que pudiéramos estar atentos y actualizados sobre los intríngulis, buenos y no tanto, pocos, del mundo de nuestra principal industria, ayer, y hoy la única o lo que queda de ella. De manera que tocamos este asunto porque nos preocupa.
Hemos referido que Pdvsa tuvo dos opciones cuando se abrió a las asociaciones estratégicas promovidas por Giusti. La alternativa fue la Sociedad Operativa que no pasó el examen por renuencias políticas. Se trató en ese momento de garantizar un novedoso flujo de caja sin comprometer el patrimonio accionario de la empresa. Al fin y al cabo lo que interesa al proveedor de capitales es multiplicar su inversión. Y lo que nos interesa como país es contar con la más moderna maquinaria productiva para extraer y procesar entre 4.5 y 6 millones de barriles/día, meta prevista por la Pdvsa de Giusti. Se necesitaban 20 mil millones de dólares y allí estaban.
¿Qué encierra la Sociedad Operativa? Pdvsa aporta petróleo y sus plantas mientras el socio inyecta capital fresco para actualizar tecnología. Para ello, algo muy lógico, el socio co-administra a la empresa bajo condiciones equitativas. Ninguno de los dos puede disponer de nada sin la aceptación expresa del otro, quien además de capital ofrece mercados y variados ítems específicos del trading petrolero. Una relación GANAR-GANAR que aún estamos a tiempo de convenir sin afectar la soberanía que tanto “preocupa” al histrionismo chavista. De lo contrario las predicciones del FMI quedarán en pañales porque la gran c… es mayor de lo que se prevé.