La triste historia de Alfie Evans es un reciente recordatorio de la antigua batalla entre el sistema gobernante y la libertad individual. Este niño nació el 9 de Mayo del 2016 en Liverpool, Inglaterra. Pero no comenzó a desarrollarse en forma normal. Los médicos les dijeron a sus asustados padres, que el bebé era simplemente "flojo y tardío en su desarrollo". Padeció una infección en el pecho que le ocasionó convulsiones y fue internado en el Hospital de Niños "Alder Hey" en la misma ciudad,en Diciembre del 2016. Desde entonces, los especialistas apenas han barruntado que sufre de una rara condición degenerativa y todavía hoy se encuentra en un estado semi-vegetativo, ayudado por un sistema artificial de ventilación. Pasado algún tiempo los médicos decidieron que lo mejor para el niño y sus familiares, era desconectarlo del sistema y dejarlo a su suerte. Es decir, dejarlo morir. Como todo padre y madre, los Evans rehusaron rendirse y en su lucha descubrieron que había un Hospital en Italia que, al menos, ofrecía la posibilidad de un tratamiento experimental. Se trata del Hospital Bambino Gesu (Niño Jesús) del Vaticano en Roma. Ellos ofrecen allí la posibilidad de un tratamiento experimental para luchar por la vida de Alfie. Pero ¡Oh, portento! Las autoridades británicas se niegan a otorgar el permiso necesario para que el niño Alfie sea trasladado a Roma. Los atribulados padres ya llevan más de un año en una batalla legal contra el gobierno británico y la Corte Suprema de ese país, el día 23 de este mes de Abril decidieron ordenar que le retiraran al bebé toda ayuda mecánica, dicen que "por su bienestar". Sin embargo --los milagros existen--, al momento de escribir estas notas ya el niño lleva casi 20 horas sobreviviendo sin ayudas artificiales. El colmo es que el hospital en Liverpool se había negado inicialmente a suministrarle agua, alimentos y oxigeno al infante, hasta que la presión popular (la gente se aglomera a las puertas del Hospital Alder Hey, exigiendo que el gobierno otorgue el permiso para su traslado) los ha obligado a reiniciar la atención médica. Mientras tanto, el equipo médico del Hospital Italiano está preparado para trasladarse inmediatamente, por ambulancia aérea y cuenta con el apoyo de propio Papa.

Esta indudable aberración demuestra hasta que punto pueden ser insensatos los gobernantes. ¿Cómo puede estar un simple protocolo legal por encima de la vida de un niño? ¿Cómo puede oponerse la majestad del Estado a la decisión de unos padres de luchar por la vida de su hijo? Este caso es un ejemplo contemporáneo de estupidez y absurdo medievales. ¿Cómo puede prevalecer la decisión de un Juez, por muy "Supremo" que sea, sobre la voluntad de unos padres que defienden la vida de su bebé? El dictamen monárquico-judicial se da, paradójicamente, en la misma tierra queobligó a los reyes a someterse al imperio de la Ley por un Parlamento que representa al pueblo.

Obviamente, todo entendemos que los individuos deben también someterse al imperio de la ley. De otra forma no seríamos más que una masa caótica e indisciplinada. Pero las leyes no pueden ignorar las circunstancias reales de cada individuo. Y tampoco pueden ser casuísticas y preverabsolutamente todas las circunstancias. Para eso justamente es que existen los jueces. Para balancear las leyes con la justicia. Pueda que la decisión del Juez inglés haya estado estrictamente apegada a la Ley... ¿Pero es justa?

Tal vez a la hora de publicar este escrito, el niño Alfie ya haya fallecido. El tiempo conspira en su contra. Pero espero que su corta vida ya le haya dado una buena lección a los burócratas, tiranos y gobernantes autoritarios y supuestamente democráticos del mundo: la vida humana está muy por encima de las leyes porque es un regalo divino. Un verdadero milagro.

P.S. El niño Alfie murió el viernes 28 de Abril en la madrugada. Su padre dijo que su ‘pequeño gladiador rindió su escudo y se ganó sus alas...'