Trump arremete contra la ONU y el globalismo en la Asamblea General: “¡Soberanía primero!”
Trump critica a la ONU. Defiende la soberanía nacional y presume de terminar guerras, pidiendo un mundo de naciones independientes
Redacción El Mercurio Web
El 23 de septiembre de 2025, durante la 80ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el presidente Donald J. Trump pronunció su primer discurso en este foro desde su reelección, extendiéndose por casi una hora en lugar de los 15 minutos previstos. El tono del discurso fue combativo y centrado en la defensa de la soberanía nacional, rechazando el globalismo y criticando duramente a la ONU, a sus aliados europeos y políticas internacionales como el cambio climático e inmigración. Trump inició su intervención bromeando sobre un teleprompter defectuoso y un incidente con una escalera mecánica en la sede de la ONU, lo que ya marcó un ambiente de ironía hacia la organización.
Críticas a la ONU y el globalismo
Trump cuestionó directamente el propósito de la ONU, afirmando: “¿Cuál es el propósito de las Naciones Unidas?”. Acusó al organismo de no haber ayudado en la resolución de conflictos globales y de emitir “palabras vacías” que no resuelven guerras. Destacó que, en sus primeros siete meses de mandato, había terminado “siete guerras interminables” sin apoyo significativo de la ONU, y rechazó el “globalismo destructivo” que, según él, genera caos y conflicto. Posteriormente, en una reunión con el secretario general António Guterres, matizó su postura al decir que Estados Unidos está “al 100% detrás de la ONU” por su potencial para la paz, aunque insistió en sus desacuerdos.
Inmigración y críticas a Europa
Uno de los ejes centrales fue la inmigración, donde Trump advirtió a los líderes europeos que sus países “van al infierno” por políticas laxas en fronteras. Acusó a la ONU de “financiar un asalto a los países occidentales y sus fronteras” al no controlar la migración masiva, argumentando que permitir la entrada de personas “que nunca han visto antes y con las que no tienen nada en común” destruirá el tejido social del Occidente. Señaló que el reconocimiento de un Estado palestino por parte de algunos aliados occidentales incentivaría a grupos como Hamás.
Cambio climático y energía
Trump desestimó el cambio climático como un “engaño” o “estafa” (con job), urgiendo a los países a abandonar las energías renovables —que calificó de ineficaces— y priorizar recursos energéticos tradicionales para fortalecer las economías. Rechazó por completo las políticas globales que imponen “dolor” a naciones industrializadas exitosas, llamando a un rechazo “total e inmediato” de tales enfoques.
Conflictos internacionales y logros personales
En materia de seguridad global, Trump alardeó de sus éxitos, como acuerdos de paz en Oriente Medio y la finalización de guerras, y amenazó a los cárteles de drogas con “borrarlos de la existencia”. Sobre Ucrania, tras reunirse con el presidente Volodímir Zelenski, expresó un cambio de postura: afirmó que Ucrania podría recuperar todo su territorio perdido ante Rusia —a la que llamó “tigre de papel”— con apoyo europeo, sugiriendo que la OTAN derribe aviones rusos que invadan su espacio aéreo y amenazando con aranceles si Moscú no detiene la invasión. Criticó a su predecesor Joe Biden y se jactó de que Estados Unidos es “el país más caliente del mundo” en economía, fronteras y militares, lamentando no haber recibido el Nobel de la Paz.
El discurso, cargado de desvíos improvisados y reminiscentes de mítines de campaña, generó reacciones mixtas: elogios de sus partidarios por su franqueza, pero críticas de líderes como el presidente francés Emmanuel Macron, quien defendió la cooperación global y el rol irremplazable de la ONU. En resumen, Trump promovió un mundo de naciones soberanas independientes, alejado de instituciones multilaterales, priorizando intereses nacionales sobre agendas globales.