Presidente del Circuito Gran Cine dio a conocer el panorama del cine nacional
En el documental se explica que antes de la crisis, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) podía financiar proyectos por 1 millón de dólares, sin embargo, ahora no tiene ni 1.000 dólares
Especial
La crisis económica, la censura previa y la pandemia han dejado al cine venezolano en un profundo hoyo negro, del cual, por ahora, parece muy difícil de escapar.
Este es el punto de vista del reconocido promotor de cine independiente y fundador de Circuito Gran Cine, Bernardo Rotundo, quien junto a otros cineastas han sido testigos del cierre de salas de cine no comercial después de 25 años de trabajo.
Explica que la pandemia solo fue el último círculo de la fosa que les ha tocado vivir luego de la crisis económica y social que generó el gobierno de turno y su falta de apoyo a los proyectos del cine nacional.
Antes de la COVID, añade, ya el cine nacional tenía un descenso dramático del 60% en la taquilla. Entre los años 2016 y 2019, pasó de 30 millones a 11 millones de espectadores por año.
Con la pandemia todo empeoró. Esta estocada provocó el cierre de salas de cine independiente como las tres salas del Centro Plaza de Cinex (Los Palos Grandes), La Previsora en Plaza Venezuela, el Cine Prensa (La Florida), el Cine Líder de Autor de Cines Unidos, la Sala Margot Benacerraf del Ateneo (Caracas), entre otros.
De acuerdo los expertos en cine formato Blu-ray y DVD de Blurayhunt, el cine venezolano cumplió 123 años de historia sin ninguna película nacional en estreno para su aniversario del 28 de enero del 2020. Un año después se estrenó un documental con el clamor de los directores de cine para rescatar el séptimo arte en el país.
Con el título “Nuestra fe de vida: 124 años de Cine Nacional”, en el documental se explica que antes de la crisis, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) podía financiar proyectos por 1 millón de dólares, sin embargo, ahora no tiene ni 1.000 dólares.
A este problema se agrega la censura que generó el boicot de películas como “El Inca” en 2017.
El film narra la vida del famoso boxeador venezolano, Edwin “El Inca” Valero quien ganó 27 peleas consecutivas, pero que tuvo un final trágico. A las pocas semanas de su estreno, fue censurada por el gobierno debido a la dura realidad del país que mostraba.
Pese a la censura, la película fue elegida por el gremio como la candidata nacional a los premios Oscar de ese año y recibió el premio de la Asociación de Guionistas de España.
Otro caso de éxito fue “Liz de septiembre” de la directora Fina Torres que narra la vida de un grupo de amigas lesbianas. Este proyecto obtuvo el Premio a Mejor Película Extranjera en los Premios Oriana.
