¿En qué consiste una línea de crédito?
Las líneas de crédito son usadas generalmente por empresas. A través de este tipo de producto financiero, tienen la seguridad de que siempre contarán con dinero para hacer frente a pagos de facturas y compra de material
Redacción
Una línea de crédito es un instrumento financiero distinto a un préstamo. El préstamo es una cantidad de dinero determinada que una entidad entrega a su cliente con el acuerdo de devolverla en cuotas mensuales, generalmente, hasta que se haya llegado a cubrir dicha cantidad junto con sus intereses.
En cambio, una línea de crédito es una cantidad de dinero que la entidad pone a disposición de su cliente, pero que no es utilizada en su totalidad, sino que se puede ir disponiendo de ella para realizar pagos o para contar con dinero en efectivo, pero siempre hasta el límite que se ha negociado, bien mensual o la totalidad de la línea de crédito.
¿Cómo se paga una línea de crédito?
La línea de crédito se paga según el acuerdo que se tenga con la entidad que la concede. Se debe pagar por el dinero que ha sido utilizado, junto con los intereses acordados, pero también se paga una pequeña cantidad por el dinero que está disponible. Si bien su pago es algo más elevado que el de un préstamo, pues el préstamo se liquida con una cuota fija, no en función del dinero que ha sido utilizado, las líneas de crédito sirven para tener la seguridad de que siempre se contará con dinero.
Quienes más utilizan las líneas de crédito son las empresas. A través de este tipo de producto financiero, tienen la seguridad de que siempre contarán con dinero para hacer frente a pagos de facturas y compra de material. Sin embargo, también muchos particulares hacen uso de las líneas de crédito.
¿Cuándo pedir una línea de crédito?
Si se trata de una empresa, algunas entidades financieras tienen líneas de crédito específicamente para ellas. En el caso de los particulares, se puede pedir una línea de crédito para hacer frente al pago de las compras cotidianas, facturas imprevistas o para tener la tranquilidad de saber que se va a contar con una cantidad de dinero determinada. Pero es necesario tener en cuenta que, aunque no se utilice el dinero concedido en su totalidad, se deberá pagar un mínimo por la cantidad concedida. Es decir, que la tranquilidad de saber que se cuenta con dinero, también se paga.
Los créditos rápidos se solicitan cuando sucede un imprevisto, nunca deben ser utilizados como una forma de financiación regular, pues no se debe olvidar que se está comprando dinero. Este tipo de créditos deben ser devueltos en su totalidad en un corto plazo de tiempo, generalmente treinta días, dependiendo de la cantidad prestada. Junto al capital, se deben pagar los intereses acordados, si el crédito rápido lo ha concedido una empresa prestamista de capital privado, el interés medio que suelen aplicar es de un euro por día. Aunque cada una de estas empresas establece sus tratos con sus clientes.
Si una empresa o persona particular considera que va a necesitar disponer de dinero extra todos los meses, bien para realizar pagos a proveedores o para hacer compras, una línea de crédito le dará esa seguridad. Pero es necesario tener en cuenta que también se paga por ese dinero, tanto si se utiliza como si no.
La ventaja de las líneas de crédito es que, a medida que se devuelve el dinero, se cuenta otra vez con la misma cantidad que la entidad puso a disposición de su cliente. Es decir, si se gastan 200 euros y son devueltos, esos 200 euros vuelven a estar disponibles. Se trata, en definitiva, de un crédito concedido de manera permanente.
¿Quién concede líneas de crédito?
Inicialmente, eran los bancos quienes concedían líneas de crédito. En la actualidad, varias empresas prestamistas de capital privado conceden líneas de crédito. La cantidad de dinero que prestan depende de los ingresos de la persona que la solicita y de la confianza que tenga la entidad en ella.
Requisitos para solicitar una línea de crédito
Cada entidad establece sus requisitos para solicitar una línea de crédito, pero, por lo general, los requisitos necesarios serán:
● Ser mayor de edad. Algunas entidades, como la empresa prestamista de capital privado Ferratum, no conceden líneas de crédito a los menores de 25 años
● Contar con ingresos suficientes. Para algunas empresas de capital privado no es necesario que esos ingresos provengan de una nómina o pensión, pero sí que se perciban de manera estable y durante todo el tiempo que va a durar la línea de crédito
● Tener una cuenta en una entidad bancaria ubicada en territorio español
● Presentar DNI o NIE
Cuando se solicita una línea de crédito a una empresa prestamista de capital privado, toda la operación se hace de manera online, también se puede realizar por teléfono dependiendo de la entidad. De ese modo, resulta muy cómodo acceder a este producto financiero. Sin embargo, cada una de ellas establece sus condiciones y precios, por lo que siempre es aconsejable comparar entre varias de ellas antes de tomar una decisión. Puedes hacerlo con el comparador de créditos de Crediteria.