Instan al Gobierno a dejar que el mercado determine precios de la carne
Mauro Barrios, presidente de la Asociación de Ganaderos de la zona sur de Anzoátegui, afirma que el establecimiento de controles lejos de beneficiar al productor, al vendedor y al consumidor, los perjudica
Niurka Franco
Haber fijado el precio de la carne en 250 bolívares por kilogramo, cuando en realidad está costando más de 1000 bolívares, en lugar de beneficiar al consumir final lo perjudica porque el producto más caro es aquel que no se consigue.
Así se desprende de lo dicho por el presidente de la Asociación de Ganaderos de El Tigre, Mauro Barrios, quien no tuvo reparo en calificar como muy grave la situación planteada con los productores del campo, quienes a su juicio están a la deriva.
Refiere que mientras el Gobierno se empeña en aplicar controles, en el campo la situación es cada día más agobiante para los productores, quienes están a merced de la inseguridad, el abigeato y el robo de materiales, equipos y maquinaria.
A ello según explica, se suma la escasez de productos y la falta de transporte, deterioro de la vialidad agrícola y otros males que los productores deben asumir, lo que contribuye a elevar los costos de producción.
Barrios destaca que frente al panorama existente en el país, la única salida es la concertación en el marco de respeto a las garantías constitucionales, como el derecho a la propiedad, garantizar la seguridad jurídica y personal severamente amenazadas.
Destaca que deben generarse condiciones de manera que el trabajador del campo no se convierta en una carga para el productor y que a su vez, éste tenga las condiciones para laborar sin poner en riesgo su vida y la de su familia.
“Cree que mientras ello no ocurra, será difícil que se normalice el suministro de carne de res, máxime cuando las condiciones climáticas no han sido las más favorables”.
Ante las sanciones que se han estado aplicando a los expendedores de carne, éstos han optado por migrar de sus negocios para evitar las altas multas y proceder a la venta de los productos cárnicos desde sus domicilios.
Reveló que durante el fin de semana fue notoria la venta de carne en la vía hacia Maturín, porque los comerciantes prefieren hacerlo de esa manera para evitar las sanciones que a más de uno han conducido a la quiebra, es decir que en adelante se espera la proliferación de ventas clandestinas de carne.
Advierte que frente a tales circunstancias se impone la concertación y el respeto a las reglas del mercado, subrayando que los controles nunca han dado buenos resultados y por el contrario generan grandes distorsiones.