Estallido de un transformador genera pérdidas millonarias a comerciantes en Barcelona
Propietarios de los establecimientos ubicados en el CC.Casa Grande, en la Avenida Costanera tuvieron que asumir las consecuencias generadas por la avería debido a que Corpoelec se lavó las manos como Pilato
Niurka Franco
Pérdidas millonarias generó a comerciantes de Barcelona, el estallido de un transformador el pasado viernes en horas de la tarde, sin que hasta ahora a casi ocho días del incidente, haya podido ser reestablecido el suministro eléctrico en su totalidad.
Representantes del condominio manifestaron que cuadrillas de la Corporación Eléctrica Nacional, Corpoelec, se lavaron las manos frente a la situación, alegando que se trata de uno problema particular y en consecuencia, deben asumirlo los afectados.
Esta respuesta fue rechazada por los comerciantes, quienes afirman que ante los múltiples problemas que generó la avería, están obligados a resolver, porque lo contrario implicaría declararse en quiebra, pero advierten que cumplen sus obligaciones como son el pago de las tarifas e impuestos y que están conscientes de que el mantenimiento y el reemplazo de equipos, no es responsabilidad de los usuarios, sino de la empresa eléctrica y las autoridades gubernamentales.
Luis Guilarte y Angela Spagnolo, propietarios de Farmacias Saas explicaron que este local fue uno de los más afectados, porque al momento de la explosión del transformador, estallaron de forma simultánea cuatro UPS, un router que permite la operatividad de las máquinas registradoras y puntos de venta, así como una nevera, todo lo cual suma pérdidas superiores a los 450 mil bolívares, aunado a las descomposición de medicamentos que requerían refrigeración.
No obstante, los afectados precisan que lo más grave es el hecho de tener que asumir entre todos los que forman parte del conglomerado, el costo del transformador que se ubicó en 1 millón 200 mil bolívares, bs. 1 millón 200 mil en cables, más la reparación, todo lo cual superó con creces los 3 millones de bolívares.
En el lugar funcionan además una carnicería que abrió sus puertas este jueves, cuyos productos, según los empleados, tuvieron que ser trasladados hacia otro establecimiento para evitar que se descompusieran, mientras la panadería logró sortear el problema gracias a que cuenta con una planta eléctrica.
La tienda y peluquería de mascotas, la ferretería , así como Party Land, han estado trabajando a un cuarto y media máquina, enfrentando el calor, pues fue reestablecida la corriente 110, no así la 220 y la trifásica, con la cual funcionan los hornos y otros equipos, como cuartos cava y batidoras industriales.
Los comerciantes afirmaron que por ahora están dedicados de lleno a la solución del problema para poder trabajar a ritmo normal, pero que se reservan las acciones legales a tomar contra Corpoelec por atribuirles responsabilidades que no les corresponden, así como por incumplimiento de sus obligaciones para con los suscriptores.