Venezuela No Se Rinde; por Pedro Galvis / @pgalvisve

Las sombras de la opresión no han logrado apagar la llama de la resistencia. En cada rincón de Venezuela, donde el miedo busca imponerse, miles de corazones laten al unísono con un solo grito: ¡Libertad! El régimen, con su maquinaria de represión y mentiras, intenta sofocar la voluntad de un pueblo que ya no se doblega. Pero cada acto de valentía, cada marcha en las calles, cada voz que se alza desde la clandestinidad, es una grieta más en el muro de la tiranía.

No hay fuerza capaz de detener a un pueblo unido. Desde las montañas hasta las costas, desde los barrios humildes hasta las ciudades, los venezolanos resistimos. Líderes como María Corina Machado, con su coraje indomable, nos recuerdan que la lucha no es solo por un cambio de poder, sino por la recuperación de nuestra dignidad, de nuestra soberanía robada el 28 de julio. A pesar de las persecuciones, de las cárceles llenas de inocentes, de las campañas de desinformación que buscan dividirnos, seguimos firmes, organizándonos en las sombras, tejiendo redes de esperanza.

Como dijo el poeta Andrés Eloy Blanco, “el que siembra su dolor en el surco, recoge un canto en la cosecha”. Hoy, sembramos con sudor y lágrimas, pero pronto cosecharemos libertad. A los que dudan, a los que temen, a los que aún creen en las falsas promesas del régimen: escuchen el latido de la historia. Venezuela no se rinde. Cada uno, desde su trinchera, aporta a esta lucha. No hay esfuerzo pequeño cuando el objetivo es grande.

Imagina el momento en que la libertad llame a tu puerta, cuando el clamor de las calles te convoque a actuar con el coraje que late en tu pecho. Es entonces cuando cada venezolano debe responder al llamado de la patria, asumiendo la responsabilidad ciudadana de defender lo justo, de proteger a los vulnerables y de construir un futuro donde reine la dignidad. No esperes a que otros lo hagan por ti; tu acción, tu voz, tu paso firme serán el eco que resuene en la eternidad, inspirando generaciones a no rendirse jamás ante la injusticia. ¡Levántate, Venezuela, y haz lo que te corresponde, porque el mañana depende de tu valentía hoy!

¡Venezuela no se rinde! La libertad está al alcance de nuestras manos. Que nadie olvide su lugar en esta gesta: los que luchan, los que resisten, los que callan por miedo, todos serán testigos de un amanecer nuevo. ¡Adelante, Venezuela, que la victoria es nuestra!

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