¡Apure bajo el agua, y la Indolencia en el Poder!; Por Nahir Mota

Desde las entrañas de un Apure inundado, se alza un grito de indignación y dolor.

Este 2025, nuestras tierras vuelven a ser devoradas por las aguas, no solo por la furia de la naturaleza, sino por la impericia, la negligencia y la desidia de quienes hoy usurpan el poder en el estado.

Las inundaciones que asfixian Apure no son un capricho del destino. Son la crónica de una catástrofe anunciada, el resultado predecible de años de abandono y corrupción.

¿Dónde están los proyectos de infraestructura prometidos? ¿Dónde esta la inversión? en canales de drenajes o dragados de ríos, en el mantenimiento de diques, en la modernización del sistemas de control de aguas que tanto necesita nuestra gente. La respuesta es clara: desaparecieron en el abismo de la mala gestión y el robo descarado.

Mientras nuestras familias pierden sus hogares, sus cultivos y su ganado; mientras el agua contaminada trae consigo el flagelo de enfermedades y epidemias que proliferan sin control –dengue, malaria, diarrea–, los responsables de esta tragedia se baten en shows mediáticos y propagandas, ajenos al sufrimiento real de los apureños.

Cada hectárea sumergida, cada cabeza de ganado perdida, cada vida en riesgo, cada niño enfermo, es una acusación directa contra quienes han priorizado su permanencia ilegítima en el poder por encima del bienestar de su pueblo.

Han sido ciegos y sordos ante las advertencias, incapaces de ejecutar planes efectivos, y ahora, cobardes al asumir las consecuencias de su inacción.

Apure no necesita excusas ni promesas vacías. Exige respuestas, soluciones y justicia. Exige que los recursos destinados al desarrollo y la protección de nuestro estado no sean desviados para enriquecer bolsillos, sino invertidos en lo que es vital: prevenir la destrucción y salvaguardar la vida.

Que este 2025 sea el año en que la indignación del pueblo apureño se transforme en la fuerza imparable que exija a los usurpadores responder por cada inundación, cada enfermedad y cada pérdida.

¡Basta ya de indolencia! ¡Apure no se ahoga por las lluvias, se ahoga por el abandono de sus falsos gobernantes!