Otro golpe a Maduro; Por Omar González Moreno / @omargonzalez6

Mar de Fondo

El próximo 25 de mayo, Venezuela se alista para asestarle otro golpe fulminante a la dictadura de Nicolás Maduro.

Lejos de ser un ejercicio democrático, la farsa electoral orquestada por el régimen no es más que un intento desesperado por aferrarse a un poder que se desmorona.

Este proceso, carente de legitimidad, podría convertirse en el último clavo en el ataúd de una tiranía que ha sumido al país en la miseria.

La realidad es implacable: Venezuela agoniza bajo el peso de la represión, el hambre y la violación sistemática de los derechos humanos.

En este contexto, la convocatoria a elecciones regionales y parlamentarias no solo es una burla, sino un insulto a un pueblo que clama justicia.

La oposición, liderada con valentía por María Corina Machado, ha alzado su voz para denunciar la trampa de Maduro y la descarada manipulación que solo busca legitimar su tiranía criminal.

El mensaje es claro: este no es un proceso electoral, es un espectáculo grotesco.

El descontento popular ha alcanzado un punto de no retorno.

Las encuestas reflejan una verdad contundente: la inmensa mayoría de los venezolanos no participará en esta pantomima.

Las calles, silenciosas pero elocuentes, y los centros electorales, desiertos, serán el grito mudo de una desobediencia civil sin precedentes.

La escasez de alimentos y medicinas, el colapso de los servicios básicos y una inflación que devora los sueños han encendido una chispa de resistencia que el régimen no podrá apagar.

El 25 de mayo no será solo el día de un fracaso anunciado; será un punto de inflexión.

Esta debacle electoral avivará la llama de la lucha, un llamado urgente a la resistencia para exigir un cambio real, profundo y democrático.

Los venezolanos, hastiados de promesas vacías y robos descarados, están listos para tomar las riendas de su destino.

La presión crece dentro y fuera del país. La comunidad internacional, con los ojos puestos en Venezuela, espera una señal de ruptura con la opresión.

El desafío para los venezolanos es mantenerse unidos, firmes y movilizados, para terminar de enterrar este régimen que ha saqueado y destruido nuestro hermoso país.

El 25 de mayo, dejemos las calles, vacías, que nadie salga a votar.

Que nuestro silencio sea un trueno que despierte al mundo y que nuestra unidad sea la chispa que encienda la libertad.

Somos el mar que se alza, la tormenta que arrasa con la opresión, el latido de una Venezuela que se niega a doblegarse.

Este es nuestro momento, el instante en que la historia nos llama a ser gigantes.

Por nuestros hijos, por los que partieron, por los que aún sueñan: ¡levantemos la voz, rompamos las cadenas!

Que el 25 de mayo próximo sea el día en que el mundo sepa que Venezuela no se rinde, que nuestra esperanza es un fuego eterno, más fuerte que cualquier tiranía.

¡Por la libertad, por la vida, por una Venezuela que brille como el amanvecer que siempre hemos merecido! ¡Adelante, pueblo valiente, el futuro es nuestro!

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La decisión de no rendirse; Por Omar González Moreno / @omargonzalez6