El aumento del dólar; Por Omar González Moreno / @omargonzalez6
Mar de Fondo
El dólar paralelo en Venezuela alcanzó la alarmante cifra de más de 100 bolívares, a lo que habria que agregarle los 14 ceros que le han quitado a nuestra moneda para disimular la espantosa devaluación.
Este incremento no es solo un número; refleja una profunda crisis económica que afecta a millones de venezolanos de diversas maneras.
Las consecuencias de este disparo en el tipo de cambio paralelo son devastadoras y se sienten en todos los ámbitos de la vida nacional.
Uno de los efectos más inmediatos del aumento del dólar paralelo es la aceleración de la inflación.
Al aumentar el costo del dólar, los precios de bienes y servicios también se disparan, lo que empobrece aún más a la población.
Muchos productos básicos, que ya eran inaccesibles para un gran segmento de la población, aumentan su costo, provocando un deterioro aún peor del poder adquisitivo de las familias.
Esto genera un círculo vicioso: con la inflación en aumento, la vida se vuelve cada vez más costosa y, por ende, la pobreza se profundiza a límites catastróficos.
Además, la disparidad entre el dólar oficial y el paralelo complica la operación de las empresas que ya estaban al borde de la bancarrota.
Muchos negocios pequeños y medianos no pueden adquirir materias primas debido al costo elevado que implica el dólar paralelo.
Esto lleva a una reducción en la producción, despidos laborales y, en última instancia, al cierre de empresas.
La falta de producción interna aumenta la dependencia de las importaciones, condicionadas a un dólar paralelo que se torna inaccesible, lo que a su vez lleva a una menor oferta y una inflación aún más alta.
El comercio local experimenta una desaceleración sin precedentes en la historia de una nación que, antes de a llegada de Chávez y Maduro, era considerada entre los más prósperas del continente.
Los comerciantes, al no poder ajustar sus precios a la velocidad del aumento del dólar paralelo, enfrentan el dilema de perder clientes o cerrar sus negocios.
Los servicios básicos, como la salud y la educación, para hablar solo de dos sectores vitales, también se ven gravemente afectados, ya que las instituciones se ven obligadas a operar con presupuestos insuficientes y, en muchos casos, deben pagar salarios en dólares que no pueden cumplir al tipo de cambio actual.
Este contexto económico contribuye al incremento de la desigualdad social.
Mientras algunos tienen acceso a dólares, ya sea por negocios turbios, como el narcotráfico, el lavado dinero y la corrupción o por actividades económicas informales, la mayoría de la población se queda rezagada, luchando por sobrevivir en un entorno donde los salarios, en bolívares, no se ajustan ni por asomo a la realidad del mercado.
Esta disparidad genera tremendas tensiones sociales y descontento, lo que seguramente desembocará en protestas y un aumento de la inestabilidad política.
El reciente aumento del dólar paralelo a más de 100 bolívares y 14 ceros es un síntoma de una crisis económica más amplia que afecta a Venezuela.
Las consecuencias de este fenómeno se manifiestan en la inflación descontrolada, la afectación del sector productivo, el deterioro de los servicios y un aumento en la desigualdad social.
La necesidad de soluciones sostenibles y políticas económicas efectivas es urgente para revertir esta tendencia y brindar a los venezolanos un futuro más estable y esperanzador.
El contexto actual exige una reflexión profunda y acciones concretas para sacar del poder a la organización criminal que ha saqueado y destruido a nuestro pais para comenzar a curar las heridas de una economía que ha sufrido por 26 años, los efectos perniciosos del chavismo.