Sep 10

Sep 10 Mariscales de las derrotas; por Pedro Galvis / @pgalvisve

Cuando sabes que el tiempo no está de tu lado, se debe evaluar y ajustar los planes con rigurosa regularidad. Nunca es demasiado tarde para corregir y hacer lo correcto. Hoy es un buen día para revisar la estrategia.

Repetir la estrategia de insistir en una campaña de desgaste es ineficaz porque esto siempre termina favoreciendo al bando con mayores recursos para resistir. Napoleón Bonaparte lo dijo bien: "Los ejércitos marchan sobre sus estómagos". Hoy, la empobrecida sociedad venezolana, con fuerzas disminuidas, no tiene la energía suficiente para acompañar convocatorias que sean percibidas como inútiles. Esto cobra mayor valor si tenemos en cuenta que cuando la estrategia es confusa, contradictoria y cambiante, no es posible intentar lograr su aceptación incondicional, menos aún cuando se trata de la reedición de iniciativas que han demostrado ser ineficaces en el pasado. Insistir en repetir los errores es incomprensible, si no sospechoso.

Hoy es perfectamente pertinente reivindicar el contenido de la carta que hizo pública María Corina Machado días atrás. El régimen aprovechó el tiempo perdido por las fuerzas democráticas para infiltrarse en la oposición venezolana a través de muchas maniobras, así lo demuestran las recientes acciones de Henrique Capriles y Stalin González. Con cómplices y corruptos, no podremos avanzar en ninguna estrategia de liberación nacional. ¿Cómo confiar en una dirección política opositora, cuyos líderes negocian con el régimen en secreto, y de espaldas a lo anunciado por el líder del equipo, el presidente interino Juan Guaidó? Para derrotar al ecosistema criminal que usurpa el poder en Venezuela, todos los integrantes del equipo deben tener una sola intención y todas las fuerzas deben colaborar para lograrlo, lamentablemente eso no es lo que se percibe.

Aceptemos que no hemos logrado triunfar, porque algunos todavía se niegan a reconocer que tenemos un problema estructural en el círculo de decisión política de la oposición, por insistir en alianzas forjadas con liderazgos de desempeño cuestionable. Cuando tienes mucho tiempo escuchando las instrucciones y planes de los perpetuos mariscales de las derrotas, se tiene todo el derecho a desconfiar. Especialmente cuando no se rinden cuentas, no se ofrece un balance oportuno, no se asume responsabilidad por acciones, errores u omisiones; y sobre todo, no se presenta un plan concreto, con una ruta claramente definida. El costo de los errores políticos en cualquier momento y lugar siempre lo pagan los ciudadanos. En este caso, es necesario insistir en que nuestro déficit democrático no se resolverá con “votos” o consultas, sino mediante las opciones de fuerza, ahí es donde tenemos que enfocarnos.

Ninguna oferta electoral será viable mientras no exista una fuerza superior que obligue a Maduro y a los grupos irregulares que tomaron nuestro territorio a entregar el poder. En Vente, ratificamos que la unidad en sí no es un plan ni una estrategia. Acompañamos cualquier iniciativa que se sume a la ruta de liberación del país, siempre que tenga como objetivo lograr el cese de la usurpación y la recuperación de nuestra soberanía. En ese sentido, la unidad en la que creemos es de propósitos, y el único objetivo hoy debe ser el desalojo de las mafias en el menor tiempo posible, para ello debemos desarrollar acciones que permitan la recuperación progresiva de los territorios ocupados por los grupos criminales. Por eso apoyamos y apoyaremos cualquier iniciativa que esté alineada con la ruta de la fuerza. La lucha que enfrentamos los venezolanos es existencial, hay demasiado en juego para dejar espacio a la improvisación y la repetición de “errores involuntarios”.

El jugador de baloncesto Michael Jordan suele decir que el talento es lo que te permite ganar partidos, pero reconoce que es el trabajo en equipo lo que te permite ganar campeonatos. El director de un equipo es el líder que se encarga de asignar las tareas de los jugadores en la cancha y definir su participación en el juego. Depende del líder definir estrategias, resolver problemas y tomar decisiones. Presidente Guaidó vístase de gloria.