Vicente Brito: Tremedal político vs. angustia social
No hay duda que nuestro país se encuentra en un tremedal político donde las distintas fuerzas de opinión y de participación ciudadana, lucen inmovilizadas sin que se observe alguna forma de comunicación o entendimiento confiable que cuente con un apoyo significativo de la base popular. Es evidente que cada quien mira en distintas direcciones pretendiendo avanzar en imponer sus propuestas, haciéndose los desentendidos en lo que estamos todos atascados y sin que nadie logre articular aunque sea alguna parte importante del conjunto de organizaciones que hacen vida política en el país.
El común de los ciudadanos observa con angustia como sus limitaciones y dificultades crecen diariamente sin al menos tener la esperanza de que algo se pueda lograr, aunque sea para aliviar sus carencias y necesidades. Las cuales le obligan a dedicar todo su tiempo, en resolver, aunque sea parte de las más elementales de esas necesidades.
Las calamidades sociales se pueden observar en todas y cada una de las consecuencias negativas que estrangulan como anaconda voraz, las necesarias expectativas que tienen los ciudadanos de solucionar sus necesidades. Observándose que buena parte de nuestras familias están siendo afectadas en su necesario sosiego, al ver como se alejan mas sus posibilidades de encontrar soluciones aunque fueran parciales a todo el entorno de limitaciones a las cuales se encuentran sometidas.
Lo que los afecta más aun, es la poca capacidad adquisitiva de que disponen; encontrándose que a pesar de la existencia de parte de los productos que necesitan, la posibilidad de adquirirlos aunque sea algunos de ellos se les dificulta más a las familias. Cuando el proceso inflacionario en el cual nos encontramos sometido diluye el total de sus ingresos.
La composición de nuestros sectores sociales así lo demuestran, al encontrar que las clases C, D y E, conforman mas del 80% de las familias Venezolanas y los sectores A y B no alcanzan el 20%. Si comparamos esta composición con hace 10, 20 o 30 años atrás podemos observar como la clase E y D se duplicaron y la C y B se han reducido a la mitad. La perdida de la capacidad de consumo se hace evidente como la causa de este deterioro social, unido a la perdida de empleos mejor remunerados y al crecimiento de los niveles de pobreza extrema y critica las cuales alcanzan a tres cuartas de partes de las familias.
La Nación Venezolana reclama un mejor destino a su angustia social, exigiendo a los responsables de la conducción política que vean la situación de sus ciudadanos, para que actúen de manera inmediata en salir del tremedal en el cual se encuentran y propongan soluciones satisfactorias al interés nacional y no en función de las conveniencias partidistas de los que conforman el entarimado político nacional.
Vicente Brito
Presidente Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.