La eliminación por el gobierno de los medios impresos conlleva a la opacidad informativa en todos los ámbitos
Política de Estado
En el mundo civilizado los medios en papel proliferan y son la herramienta favorita de la sociedad, pero en la Venezuela socio-troglodita se ha cerrado el 90% de los diarios
AB-CNP526
Las dictaduras son enemigas de la libertad de expresión. Sería un contrasentido lo inverso. Chávez habló de “hegemonía comunicacional” y quiso aplicarla con intimidaciones que hubo que tomar en serio por medios radioeléctricos a los cuales aún se persigue rabiosamente. Decenas de plantas de radio y TV han sido clausuradas por Conatel y confiscados (léase: robados) sus equipos. Las que operan lo hacen con mucho sigilo y aun así no escapan de los procedimientos arbitrarios del ente oficial.
Para los medios impresos, ante la imposibilidad de cerrarlos por decreto y a fin de evitar la etiqueta correspondiente, por sugerencia del G2 cubano se concentra en el gobierno la importación de papel y asignado en reducidas cuotas solo a los medios que no resulten incómodos a Maduro, quien en su corto principado ha cerrado 78 diarios impresos.
Una ONG denuncia que se han bloqueado 144 medios digitales pese a que menos del 6 % de la población accede a noticieros por esa vía y sus usuarios escalan a un 11 %. Las parrillas de cableras mantienen fuera del aire a todos los espacios noticiosos extranjeros. Los criollos son un glosario de apologías al régimen. Y los programas de opinión que molesten al oficialismo generan multas millonarios contra las empresas propietarias de los canales. Dictadura total..!
Por otra parte se ha propuesto a personas vinculadas con el oficialismo, pero conscientes del factor informativo, hacer periódicos con mayor objetividad, con inversión ajena al Estado e insumos no proveídos por la Corporación Maneiro, pero hasta ahora ninguno ha aceptado la invitación. ¿Complicidad automática?