La Gasolina. El último mito
Después de la caída del Muro de Berlín, en 1.989, la disolución de la Unión Soviética y la libertad de los estados de Europa del Este, iniciando su exitosa ruta de la mano del libre mercado, revelándose el estruendoso fracaso del Socialismo, se pensaba que ya no muchos en el mundo podrían seguir las políticas socialistas. China y Vietnam ya antes habían iniciado también con gran éxito su transición con paso firme hacia las mismas políticas de libertad y racionalidad económica.
El 27 de Febrero de 1989, es recordado por la Revolución como la fecha detonante de la crisis del sistema político y económico venezolano, que junto con la génesis y desarrollo del movimiento golpista, que por propia confesión de los líderes revolucionarios tenía ya más de 10 años incubándose en un sector de las Fuerzas Armadas, culminó con el golpe del 4 de Febrero de 1.992. El líder de la asonada, Chávez, llegó luego a la Presidencia ofreciendo redención de los pobres y cambios políticos del esquema institucional, usando como uno de sus principales mitos, su oposición al aumento gradual de la gasolina que había iniciado el gobierno del Presidente Pérez al principio de su gobierno.
Tal fue el fetiche, que en el gobierno de Chávez, de 14 años, y hasta el año 2016 con Maduro, el precio de la gasolina se mantuvo inalterable a pesar de las enormes pérdidas de PDVSA, subsidiando de manera irracional el producto y ocasionando por años una impresionante fuga de combustibles, según el mismo gobierno
Es impactante y revelador, que contradiciendo su narrativa de los últimos 20 años, hoy los teóricos económicos socialistas y líderes de la Revolución, utilicen los mismos argumentos de Pérez, que hay que recuperar los costos, impedir el contrabando, llevar el precio al valor internacional, etc., preparando al país para el aumento, indicándonos principalmente lo atrasado del pensamiento de la izquierda en relación con la conducción de un país, para que les haya tomado 29 años! llegar a la misma conclusión que Pérez, pero no sin antes, ayudados también por la corrupción que ofrecieron combatir, haber arruinado a PDVSA y a todas las empresas públicas y servicios que encontraron y a las que nacionalizaron, para las cuales es aplicable en sus bienes y servicios el mismo concepto de la gasolina, hundiendo finalmente al país en la miseria, el atraso y la crisis humanitaria.
Que aún retrasen, se resistan, busquen disfrazar o engañar, indica el esfuerzo que les lleva reconocer sinceramente que por su ignorancia e ideología hayan causado tanto daño al país con su atrasado proyecto socialista y no quieran aceptar que el mundo cambió. Cambió definitivamente hacia la libertad económica, sólo que ellos aún no lo aceptan.
Escrito por: Yovany Rojas / @YovanyRojas