Frivolidad y Opinión Pública
De manera simple la Opinión Pública es el conjunto de creencias e ideas que se debaten en el seno de una sociedad. No necesariamente conducen a una síntesis, ya que cohabitan ideas y pensamientos contrapuestos. Unos creen que es bueno votar y otros abstenerse. Ambas ideas son opinión pública.
No obstante antes de ser pública, la opinión es privada. Proviene de las ideas y propuestas de individuos, que al ser divulgadas, se enfrentan a las ideas y opiniones del resto de las personas del país.
Esta transición de opiniones privadas a públicas, pasan por los medios de comunicación, los cuales tienen la doble misión de ser contralores de las ideas y orientadores para el análisis de las mismas, en su tránsito a convertirse en opinión pública, tratando de mantenerse equilibrados. Allí su gran responsabilidad y la responsabilidad del periodismo.
Los entrevistadores deben prepararse para escrutar y confrontar con la razón las ideas y propuestas de los entrevistados, de no hacerlo, terminan convirtiéndose en simples cajas de amplificación de ideas que pueden contener mentiras, manipulaciones, dogmas o simples tonterías.
Cuanto más exitoso el medio y el periodista, mayor su responsabilidad, ya que algunas personas dan como ciertas sus informaciones y mensajes, y si éstos son falsos y no son confrontados con la verdad, quedan como convalidados por el medio a los efectos de la opinión pública. Esto es particularmente importante cuando los emisores del mensaje, son servidores públicos, que están obligados a rendir cuentas y pueden mentir para justificar su gestión.
Apartando los medios expresamente dedicados a la manipulación de la opinión pública, para los cuales toda mentira o manipulación es válida, es alarmante la frivolidad y superficialidad de algunos periodistas en sus programas al confrontar los mensajes de los funcionarios públicos. Esta es una de las razones que pueden terminar desinformando a los ciudadanos, porque parte de la opinión pública se encuentra inerme ante mensajes falaces divulgados por los medios, y que son emitidos por funcionarios públicos en su propósito de falsear la realidad.
Nuestra sociedad va a necesitar muchos cambios, pero uno de los más importantes será la toma de responsabilidad de los periodistas acerca de su crucial labor contralora y orientadora en la formación de la opinión pública; que ellos deben prepararse para escrutar los mensajes que se emiten. Y los ciudadanos tenemos una gran responsabilidad también exigiéndoles que cumplan su deber.
Escrito por: Yonay Rojas / @YovanyRojas