Dos gestas, una nación; por: Antonio Barreto Sira / @BarretoSira
Vimos y seguimos observando a una generación de venezolanos que están dando el todo por el todo para hacer grande a nuestro país.
Nos sentimos llenos de esperanza, satisfacción y orgullo al ver a nuestros jóvenes demostrando su talento, su compromiso, su energía y sus ganas de seguir soñando y de hacer realidad sus sueños.
Tanto en la grama de la cancha de fútbol, corriendo detrás de un balón, portando ese color vinotinto que se convirtió en un sentimiento de unidad y fe nacional, o luchando sobre el asfalto caliente, con el rostro tapado para minimizar ligeramente los efectos del gas lacrimógenos de la represión, en cualquier de los dos escenarios, la muchachada dice: “presente”.
Estamos en presencia de dos gestas históricas. Estamos frente a dos momentos que dibujan el carácter combativamente decidido y firme de una juventud que no come cuento y que sabe el compromiso que tienen para con el país.
Como padres nos llena de emociónel hecho de ver a nuestra juventud dejando el pellejo, unos figurativamente en una cancha y otros literalmente en medio de las protestas que se han llevado adelante en todos los rincones de Venezuela.
Nuestra nación está siendo defendida en todos los aspectos por esos jóvenes que demuestran con su sudor, con sus lágrimas, con su sacrificio su amor real para con esta tierra de gracia.
Vemos a nuestros jóvenes luchando por sus ilusiones. Luchan por sueños de libertad y de progreso, sueñan con la gloria y dejar el nombre de Venezuela bien en alto.
Los muchachos de la Vinotinto Sub-20 llegaron hasta la final y sólo le faltó un poquito para ganar el campeonato, aunque en el corazón de más de 30 millones de venezolanos ellos son y siempre serán nuestros eternos campeones.
Y los otros, los de camiseta amarrada en la cabeza, los de escudos improvisados, los de aquella valentía quijotesca y realmente sentida, llegarán hasta el final junto con nosotros, sus padres o abuelos, al lado de todo un pueblo que cívica y democráticamente se movilizará, para derrotar al régimen que hoy desea usufructuar los derechos a elegir de la ciudadanía.
Porque no basta con sentirnos orgullosos de la juventud, tenemos que acompañarla y sobre todo protegerla; no podemos permitir que el régimencontinúe asesinando a nuestros hijos, que siga encarcelando e hiriendo a unos chamos que sólo luchan por lo que este modelo nos arrebató: una Venezuela libre.
Todos los padres y abuelos de este país, todas las madres y abuelas de esta tierra, no podemos darles la espalda a nuestros hijos y nietos. Aprendamos de ellos a ser valientes, como ellos han aprendido de nosotros a ser constantes y a no rendirse ante nuestros sueños.
Y sé que en Venezuela sí hay futuro, cuando veo a nuestros muchachos batallando, dándolo todo, esforzándose y comprometiéndose.
Para nuestra amada república hay y habrá futuro en la medida que nuestros jóvenes no desmayen, en la medida que nosotros sigamos apoyando a los chamos.
Desde aquí envío un mensaje de apoyo y solidaridad, desde aquí, como un padre más, les envío mi bendición a esos guerreros de la libertad ya nuestros muchachos de Vinotinto.