“Mentiras, medias verdades y algo más”; por: Carlota Salazar Calderón / @carlotasalazar
Cierra el 2016, punto a favor del equipo del gobierno, que luego de perder abrumadoramente la Asamblea Nacional en diciembre del 2015, en el 2016 se dedicó a recuperarse. Cierra filas en el control absoluto de los poderes públicos, desconoce y vacía de competencias a la Asamblea Nacional. Se pertrecha con Jueces en el Tribunal Supremo de Injusticia y Rectores del Conejo Incondicional Electoral “autónomos en la ley”, pero, “dependientes en la realidad”, dispuestos a todo para salvar la Involución del Siglo XXI. Y otros ecos no menos importantes como el Contralor General, Defensor del Pueblo y Procurador General.
Por ello, cuando comienza el trámite para que tenga lugar el ReferéndumRevocatorio, lo pueden truncar, en el medio del camino, con una excusa de menor cuantía, como los Tribunales que lo ordenaron. El presupuesto de la nación lo aprueba el Tribunal Incondicional de Justicia, no convoca elecciones regionales, enrosques de Gobernadores por Ministros, crean entes públicos y les dan presupuesto, sin autorización de la Asamblea Nacional, en fin: “lo que a ellos les da su gana”. Entonces, el gobierno es todo poderoso porque tiene toda la institucionalidad bajo su control.
En el ínterin, bajó el petróleo. Pero nuestra economía rentista y la política de debilitamiento de la producción nacional, causan largas e inhumanas colas para comprar los productos de la canasta básica, que junto al desabastecimiento de todos los rublos de primera necesidad, especialmente en los alimentos y medicinas, se creyó que el gobierno caía porque la gente no aguantaba más.
¿La economía tumba gobiernos? Hay quien dice que sí y hay quien dice que no, se han visto casos. Pero lo cierto es que el gobierno se ha dedicado a crear un colchón, para que la gente se rebusque: bachaqueo, delincuencia, remesas familiares… ¿Hasta dónde aguanta eso?, no sé.
Por su parte, los partidos políticos opositores agrupados en la MUD, consideraron que no tenían contendor y que si se distribuían el país, según sus intereses, arrasaban en cualquier elección. Olvidándose de la sociedad civil, que es quien realmente aporta los votos en esas contiendas, porque los partidos políticos, incluyendo el PSUV, están muy disminuidos en el seno de la sociedad venezolana.
Ni una cosa ni la otra. Ni gobierno ni oposición están sacando bien las cuentas. Ni el gobierno es todo poderoso con el control institucional, que se le puede ir en un momento, como se le fue a los gobiernos autoritarios: Túnez, Zine el Abidine Ben Alí, con 24 años en el poder, lo perdió en menos de un mes; al igual que en Egipto Hosni Mubarak, 30 años; Muamar Gadafi 42 años o al mismo Sadam Hussein...
Regresando a nuestra realidad, ni el gobierno cae ¡¡¡ya!!! Ni es que no tiene a ¡¡¡nadie!!!
Este gobierno tiene un proyecto político en el texto, en el plan de patria, que no es el mismo que ejecutan, pero es el que le venden a la gente, y como los espejitos de los españoles venden ilusiones, con un ingrediente clientelar y utilitarista perverso. Mientras, la MUD tiene varios proyectos políticos, el año pasado se centró más en el fortalecimiento de candidaturas y posiciones partidistas, que en el conformar una verdadera unidad con la sociedad civil y partidos pequeños. Entonces, claro, sin un sentido de conjunto, sucumben ante cualquier beneficio personal.
Es mentira que la gente no quiere diálogo, sí queremos diálogo, pero también transparencia. No se abrieron espacios para involucrar a la sociedad, para que las decisiones tuvieran legitimidad. Era #DiálogoYCalle.
Lo que sí es cierto es que para salir de esta crisis necesitamos mucha unidad, no sólo de los partidos políticos, de la sociedad civil, de propósitos, proyecto, acciones y mensaje. Parafraseando a Obama en su último discurso, el cambio ocurre cuando las personas comunes y corrientes se unen para pedirlo. Esa unidad es de todos, todos hacemos falta.
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