Venezuela quiere unidad; por: Freddy Paz / @freddyspaz
Ante el desolador panorama de inseguridad que padecemos los venezolanos, sin aparente horizonte a la vista, paralizados por el temor, permanecemos como espectadores del desgajamiento de que es objeto el tejido social.
La inseguridad es la mayor angustia de los venezolanos, agosto fue el tercer mes más violento del año 2015, con 456 cadáveres. Hasta ahora, el primero fue marzo con 485, y luego mayo, con 468 muertes violentas. Para el observatorio venezolano de la violencia, calcula casi 25 mil muertes violentas en 2013. Y luego de 22 planes de seguridad y cifras que califican a Venezuela como el segundo país más violento del mundo, el problema sigue sin soluciones eficaces.
El Padre Luis Ugalde, escribió: “Se trata de una poderosa invitación al esfuerzo común de construir entre todos una sociedad digna. Encuentro que está consagrado en la Constitución, aunque haya sido sistemáticamente violada por la discriminación y la exclusión por quienes buscan imponer una sociedad de partido-gobierno-Estado único y uniforme…”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) por su parte, concluye que el factor más paralizante del desarrollo y el desafío más grande de los sectores sociales y la psicología de la salud es la violencia, y entre ellas la violencia societaria.
La pobreza causa violencia, pero también la violencia causa pobreza. ¿Cuál resolver primero? La tentación usual es tratar primero con la pobreza y está bien, mientras no olvidemos que eso sólo resuelve la mitad del problema.
¿Será que una ceguera colectiva nos infectó a todos los humanos y nos ha forzado a entrenarnos constantemente para la guerra?
En la enorme placa de mármol a la entrada de las oficinas centrales de la UNESCO en París aparece una inscripción que dice: «En el corazón de las personas es donde se origina la guerra y es por lo mismo en el corazón de las mismas personas en donde es necesario construir la paz».
El perdón y la reconciliación son posibles. Los humanos tienen la capacidad heroica de perdonar lo imperdonable. Es la imagen del Dios de misericordia que se manifiesta en cada célula del ser humano. Sin perdón y sin reconciliación no hay futuro, decía con razón el Premio Nobel de Paz, Desmond Tutu.
El 6 de Diciembre los venezolanos, tenemos la enorme responsabilidad de darle una oportunidad al cambio, porque Venezuela quiere unidad, para resolver los problemas de los venezolanos en paz.