Redacción

Los ciudadanos de cualquier país suelen transitar libremente dentro de su propio territorio, pero al llegar a la frontera con otro país deben cumplir con una serie de trámites (pasaporte, visa, etc.) para poder cruzarla. Todo el mundo sabe que esto es así, pero en algún momento alguien soñó con poder viajar entre distintos países sin tener que pasar por todos esos incómodos y engorrosos trámites. Así era en Europa hasta que el 9 de Mayo de 1950, Robert Schuman, el entonces Canciller Francés, lanzó la idea de crear una sola comunidad para la producción y el control de las industrias del acero y el carbón, las dos materias primas indispensables para la producción de armamentos. Su propuesta fue calurosamente apoyada, sobre todo porque el francés había impulsado años antes la unificación de los cuatro sectores en que los aliados habían repartido el territorio alemán, generando así las dos alemanias: Occidental y Oriental. Este fue el primer paso para comenzar a construir la integración Europea. Años después, en 1985, en la ciudad de Schengen en Luxemburgo, Alemania Occidental, Francia, Bélgica y los Países Bajos, firmaron un Acuerdo para suprimir los controles fronterizos entre ellos y permitir el libre tránsito de sus ciudadanos por todos sus territorios. Usted puede ver una lista de los países signatarios y otros datos de interés en: https://www.schengenvisainfo.com. Hoy en día hay un total de 26 países europeos y no europeos que se han adherido a este acuerdo.

Finalmente, luego de 22 años, en 2007, se firmó el Tratado de Lisboa que dio forma definitiva a la Unión Europea que hoy conocemos. Las barreras fronterizas de los nacionalismos se derribaron y se constituyó una Comunidad Política, Económica y Social en una auténtica revolución política, social y legal nunca antes vista. Sin embargo, esta excepcional ventaja para los viajeros, también los obliga a cumplir con ciertas restricciones. En primer lugar, solo 91 países tienen libre acceso sin visa. Si usted no es un ciudadano de esos países o de la Zona Schengen, deberá obtener una visa para visitarlos. Entre los requisitos, hay uno

de primordial importancia incluso si usted no necesita visa: el Seguro de Salud y Accidentes. Y esto tiene una razón fundamental: todos podemos sufrir algún percance de salud o un accidente mientras viajamos por esas regiones. Este seguro cubre la doble función de protegerlo a usted de gastos imprevistos y de evitar que esos países tengan que sufragar los gastos de tales percances sufridos por sus visitantes.

Obviamente, para el viajero es una gran ventaja el contar con un seguro de este tipo que se puede obtener a un precio bastante razonable en distintas modalidades. La recomendación es asegurarse de que la póliza contratada cumpla con todas las regulaciones y sea aceptada por los países miembros. No hay que decir que este pequeño coste adicional para su presupuesto de viaje le dará una cómoda tranquilidad al saber que de necesitarlo, usted lo tiene... y en caso de no necesitarlo, pues... ¡Mucho mejor!

Naturalmente distintas empresas aseguradoras ofertan polizas de seguro de viaje schengen especialmente adaptadas para viajeros a la Zona Schengen. Allí no solo encontrará información relevante para su viaje, sino que además podrá tener acceso instantáneo para adquirir cómodamente su indispensable póliza y, libre de incertidumbres... ¡asegurarse un feliz viaje!