En Barcelona residentes se quejan por malos servicios
Las constantes fallas en el servicio eléctrico y de agua mantiene a los barceloneses en zozobra, mientras el aumento en la tarifa del aseo atenta contra el bolsillo
Niurka Franco
Como un pretexto para justificar las deficiencias en el suministro eléctrico califican vecinos del municipio capital los llamados cortes preventivos de electricidad, lo cual se traduce en graves problemas para los habitantes de Barcelona.
No se trata sólo de la crisis que genera en los hogares, sino además en el sector comercial, el cual pierde clientela por la inflación y la poca capacidad de compra de la población aunado a las dificultades que enfrentan a la hora de procesar las transacciones con tarjeta de débito y crédito.
Sobre el tema, Nathaly Azócar afirma que los apagones han dejado de ser preventivos para convertirse en permanentes en perjuicio de toda la comunidad, a su juicio, se trata de una nueva estrategia para demorar y obstaculizar el proceso de relegitimación de los partidos que comenzó este fin de semana.
“Esto es una treta más en contra de los partidos políticos a los cuales se les ha impuesto un proceso de relegitimación por demás ilegal, de ahí que nuestro llamado es a la conciencia del ciudadano para que no permita que éstas y otras acciones que intentará el gobierno, mengue su deseo de cambio, y que el próximo sábado pueda acudir a relegitimar a Voluntad Popular en el caso de aquellos que así lo crean conveniente, en todo caso que acudan a apoyar al partido de su preferencia, pero que acudan.”
Por otra, parte la coordinadora de VP en Barcelona, fustigó el hecho de que con tantos problemas que enfrenta el municipio capital, su autoridad, Guillermo Martínez, haya dispuesto grandes recursos para las fiestas de carnaval, en vez de satisfacer las necesidades que enfrenta la comunidad.
Entre esas necesidades la dirigente de VP Barcelona citó la falta de medicina en los centros ambulatorios de salud, el abandono en el que se encuentra el alumbrado público así como la inseguridad que mantiene a la población encerrada a partir de las 5 de la tarde por temor al hampa.