Precios de textiles obligan a recuperar la ropa vieja
Lo que antes se ofrecía para la vestimenta de otras personas, ahora se emplea para uso personal. A pesar del uso muchos prefieren acomodar sus prendas para vestirse a pesar de la crisis
Luis Méndez Urich
Definitivamente la actual crisis económica ha obligado al venezolano, más allá de hacer malabares a reinventarse cada día. Así lo hace para alimentarse, para poder estirar el salario y más recientemente para vestirse.
Como es sabido, los precios de los textiles se han incrementado considerablemente, dejando en evidencia una reducción en lo que respecta a las ventas en diversos establecimientos comerciales dedicados al ramo. Esa situación, permitió que muchas personas tengan que acudir a las tradicionales “costureras” para reparar aquellas prendas que por su uso o cualquier accidente están dañadas o muestran signos de longevidad.
“Durante los últimos años se ha incrementado el trabajo, cada semana por lo menos cuatro o cinco personas se acercan a mi casa para que les repare una blusa, le haga algún zurcido en el pantalón o cualquier cosa que pueda recuperarle la prenda” destaca Elvia González, costurera de la ciudad de Barcelona.
Asimismo indicó que los precios varían de acuerdo a los materiales. “Un trabajo puede costar entre dos mil y ocho mil bolívares, todo depende del precio en el que consiga los materiales a emplear. Sin embargo, si el cliente me trae lo necesario ese precio final puede disminuir” agrega la trabajadora.
Nuevos comercios
Desde hace algunos años, en la zona norte de Anzoátegui y en gran parte del territorio nacional han proliferado las conocidas “ventas de garaje” o los “corotazos”, en donde un grupo de personas cancela un stand y en el mismo exhibe productos usados en buen estado a un precio razonable.
Sin embargo, el crecimiento de este modelo de negocio ha sido tal, que hoy en día muchas personas que conocen a fondo la labor de confeccionar ropa, aprovechan estos puntos de venta al público para exhibir sus creaciones a precios menores que los tradicionales.
“Tengo desde mediados del año pasado ofreciendo mis colecciones en los corotazos, pero sé de personas que están haciendo lo mismo en sus propias casas. Yo tengo una parte, pero si la persona desea puedo negociar con ella la compra de la tela y la confección para que tenga ropa buena y nueva a un buen precio” Refiere Margarita Salazar, habitante de Barcelona.
Por su parte, los comerciantes han alzado su voz para dejar clara la merma en sus ventas producto de los altos precios, sin embargo manifiestan que no pueden hacer mucho para ofrecer mercancía a buen precio.
“Es difícil, nosotros no fijamos los precios, hay una serie de factores que influyen como es el caso de los aumentos decretados por el presidente Maduro. Sin embargo, a veces nos arriesgamos y colocamos ofertas solamente con la finalidad de salir de la mercancía” señala el expendedor.