Directivo de la ECA expresó una de las razones principales por las cuales los jóvenes abandonan las aulas de clases es para buscar trabajo, y poder mantener a sus familias

Susej Azócar

La crisis económica, inseguridad y malas condiciones en la infraestructura, son las razones por la que el 40% de los estudiantes de la Universidad de Oriente (UDO), núcleo Anzoátegui, han abandonado las aulas de clase durante 2017.

Así lo expuso el directivo de la Asociación de Profesores de la UDO (Apudo), Tirso González, quien comentó de los 1.860 bachilleres de nuevos que ingresaron a la casa de estudio, 786 dejaron las carreras.

Señaló que desde hace dos años las cifras de deserción se han incrementado por las condiciones de insalubridad.

Detalló que en la Escuela de Medicina, la deserción se ubicó en un 10,66 %, ya que de los 300 estudiantes que ingresaron en marzo, solo culminaron 268 bachilleres.

En el caso de la Escuela de Ciencias Administrativas (ECA), fueron 405 nuevos ingresos que arrancaron el semestre, pero solo 181 lo culminó, lo que representa una deserción del 55,31%. En la Escuela de Ingeniería solo 103 alumnos culminaron el semestre de los 165 que comenzaron.

Por último, González expresó que en la Unidad de Cursos Básicos la deserción fue de 48,83%, ya que de los 899 estudiantes que había al inicio del semestre solo quedaron 460.

Asimismo, señaló que en esta área se dan los niveles de deserción más altos por el cambio drástico que se da del ciclo diversificado al universitario, particularmente en una academia donde la anarquía es el elemento común.

“Es alarmante ver como cada vez son menos los jóvenes que se mantienen estudiando debido a la crisis que atraviesa el país. Una de las razones principales, es que las mayorías abandonan las aulas para buscar trabajo y poder mantener a su familia”, manifestó.

Dijo que las protestas, los intentos de saqueo, los ajustes en los pagos de transporte, y la constante y repentina salida de servicio del comedor por falta de alimentos, también juegan un papel importante en la asistencia a la universidad.

González estima que la crisis económica que atraviesa el país también se refleja en los presupuestos de las familias anzoatiguenses, que ven limitada la capacidad para ayudar a sus hijos a cubrir los gastos de sus carreras, que aunque son gratuitas, requieren un gran esfuerzo monetario para el pago de guías, libros y ejecución de asignaciones.