Inseguridad, aguas negras, venta de alcohol y otras drogas, además del bachaqueo con productos regulados, son algunos de los males que aquejan al centro de acopio portocruzano

Niurka Franco

“En esta ciudad no hay Ley ni orden, cómo es posible que en un mercado estén pidiendo 3 mil 800 bolívares por un kilo de azúcar, eso es un robo y aquí debería estar la Guardia para impedir que la gente del pueblo sea robada por los bachaqueros”, afirmó una mujer de avanzada edad en el mercado municipal de Puerto La Cruz, donde asegura acude desde hace más de 30 años y que nunca como ahora, estuvo tan anarquizado el lugar.

A este comentario siguieron otros, entre ellos el de Marlene Peña, asidua usuaria del centro de acopio quien fustigó el abandono en el cual se encuentra, pero también lo insalubre que están sus adyacencias. “Todo esto es deprimente, uno viene aquí porque algunos productos son más económicos, pero en realidad da asco y hasta miedo”, argumentó mientras señalaba un bote de aguas negras y comentaba en voz baja que acababa de presenciar una pelea.

Para quienes laboran en el recinto, la situación ha sido denunciada en reiteradas oportunidades, pero quienes deben actuar nada hacen. “A nadie le gusta trabajar en estas condiciones, pero qué podemos hacer nosotros a lo sumo mantener limpios nuestros puestos, pero no basta con eso”, afirma una expendedora de legumbre que prefirió no identificarse.

Si el alcalde viviera en Venezuela otra sería la historia

Para Beatriz Pérez Blanco, concejal de PJ en el municipio Sotillo, el caos existente en el centro de acopio local es reflejo del estado e incluso del país. “A quienes están ejerciendo cargos de dirección no les importa la gente, sino conservar el poder”.

Observa que paradójicamente, el mercado municipal se encuentra justo frente a la Alcaldía y reiteradas oportunidades los propios comerciantes que hacen vida en él han denunciado la situación que viven por el tema de la aguas negras, la inseguridad, la venta de licor y otras drogas, pero ante la denuncia no hay un ente encargado de resolver, porque en este caso debería ser el alcalde Magglio Ordóñez, pero él no vive en el país”.

La edil afirma que el jefe local en tiempos de campaña prometió convertir a Puerto La Cruz en la primera ciudad turística del país, pero a su juicio lo que ha ocurrido es todo lo contrario, porque Puerto La Cruz era una marca turística que se ha perdido por la inseguridad y la precariedad de los servicios públicos.