Empresas en Venezuela pierden en manos del gobierno
El Vicepresidente Aristóbulo Istúriz amenazó con tomar las empresas que cesen en sus funciones para ponerlas a producir en manos de los trabajadores
Luis Méndez Urich
“Planta que tranquen, planta que tomamos con los trabajadores” fue la máxima del Vicepresidente Aristóbulo Istúriz tras el cierre de operaciones de la empresa Kimberly-Clark la pasada semana, la cual desde el pasado lunes está en manos de los trabajadores.
Sin embargo, a pesar del anuncio del ex gobernador de Anzoátegui, la historia de empresas en manos del gobierno no ha dejado resultados positivos y menos en manos de sus trabajadores, tal como lo ha propiciado el gobierno desde tiempos del presidente Hugo Chávez.
En el año 2011, la empresa Vidrios Venezolanos Extra (VIVEX) fue expropiada en el año 2011 y pasada a manos de los trabajadores. Para ese momento, esta era la principal proveedora de vidrios parabrisas para la ensambladora MMC automotriz, tras dicha acción, las empresas no pudieron mantener sus acuerdos y hoy en día los vidrios de los autos que se ensamblan en el país vienen del exterior.
“Todo lo que sea en beneficio de los trabajadores nosotros lo aplaudiremos, bienvenido sea, pero sabemos que las experiencias de empresas en manos del gobierno nacional no son buenas” Señala Tito Barrero, presidente de Fetranzoátegui.
Otro punto a tomar en consideración es el referente a las condiciones laborales al momento de pasar las industrias a manos del estado. De acuerdo a lo explicado por algunos ex trabajadores de empresas expropiadas la competitividad salarial se pierde al aplicar medidas como estas.
“En el año 2007, cuando nacionalizaron a las empresas que operaban en la Faja Petrolífera del Orinoco, hubo una reducción de sueldos de hasta 70 por ciento. Por otro lado, los beneficios nunca serán iguales a los establecidos en el sector privado” refiere la fuente.
Crisis productiva
Barrero, como máximo representante de la patronal obrera en el estado, asegura que muchas empresas que hacen vida en la entidad se han visto en la obligación de cerrar sus puertas al no presentarse las condiciones mínimas para operar con cierta regularidad.
“Estamos hablando de cerca de 300 empresas en el área industrial, pero recientemente constatamos el cierre de muchos establecimientos ubicados en los principales centros comerciales del estado que hoy se venden o se traspasan porque no pueden seguir trabajando, no cuentan con materia prima” señala Barrero.
Una de las mayores preocupaciones que destaca Barrero y un grupo de trabajadores, es la poca disposición que ha mostrado el gobierno para invertir y mantener en un nivel de producción elevado las diversas empresas que han tomado.
“El estado si lo desea puede ser un buen empresario, tiene los recursos, los insumos y todo lo necesario, no entendemos que falta para que las empresas sean productivas. De serlo, no estaríamos pasando por esta crisis” cierra el dirigente obrero.