Héctor Luna, presidente de Fedecámaras Anzoátegui, advierte que frente a la inflación, la inseguridad y el hambre que vive la población, en el primer trimestre de 2017 podría producirse un estallido social

Niurka Franco

Si de algo está seguro Héctor Luna, presidente de Fedecámaras Anzoátegui, es que el gobierno se dejó ver las costuras al abandonar la mesa de diálogo a la cual convocó en octubre, pero sin verdaderas intenciones de lograr acuerdo, sino de imponer.

El dirigente empresarial asevera que a nivel internacional, ha quedado claro la verdadera intención del presidente Maduro, quien habría convocado el diálogo solo por ganar tiempo y tratar de enfriar la calle. A su juicio, todo estaba calculado y mientras la oposición cumplió con lo acordado, el gobierno nada hizo.

Fustigó la actitud del Ministro Jesús Farías, quien habría calificado a Fedecámaras de “cascarón vacío”. Ante tal comentario, Luna señala que el órgano empresarial ha tenido y tiene propuestas para enfrentar y solucionar la crisis que vive el país, pero desde el gobierno no han querido escucharlas, porque les interesa mantener el caos como forma de control social.

Adelanta que ante la inflación, la escasez, la inseguridad y la ineficiencia del gobierno para dar respuestas a la población, no sería de extrañar que en el primer trimestre de 2017 se produzca un estallido social.

Refiere que tal situación pareciera inevitable, en virtud de la caída del poder adquisitivo, y la poca disposición que existe para frenar el impuesto más alto que país alguno haya tenido, cual es un índice inflacionario que supera los tres dígitos.

Califica como un irrespeto a los venezolanos que por mayoría se pronunciaron por un nuevo Poder Legislativo, el que se desconozca el rol de la Asamblea Nacional, al aprobar un presupuesto del que nada se sabe.

“Nadie sabe qué contiene la Ley de Presupuesto de 2017, contraviniendo lo que establece la ley, es precisamente por eso que el próximo año será muy difícil, especialmente para los empleados públicos, los cuales como ya es costumbre, los dos primeros meses del año estarán sometidos a la precariedad, porque el gobierno está quebrado”.