Alcalde de Lechería no concibe que se piense en fiestas de Carnaval con un país en crisis
El mandatario local informó durante rueda de prensa que 70% del municipio Urbaneja ha sido fumigado contra el Zika, pero advierte que debe haber un trabajo preventivo mancomunado entre todos los alcaldes de la zona norte
Niurka Franco
“Nos parece increíble que en un país en el que el propio Gobierno reconoce que estamos en crisis económica y que hay un brote importante de Zika, los gobiernos municipales y el regionales están pendientes de las fiestas de Carnaval, eso es inconcebible, más cuando hasta en algunas ciudades de Brasil han suspendido las festividades producto del combate contra el virus”.
El planteamiento fue hecho por el alcalde de Lechería, Gustavo Marcano, durante rueda de prensa ofrecida este sábado en la Clínica Municipal, donde estuvo acompañado por el Dr. Omar Olivo, el presidente de la Cámara Municipal, Frank Díaz y Nayibe Casasola, entre otros integrantes de su equipo de trabajo en el área de salud.
El mandatario local mostró preocupación por la situación que se viene presentando en el país y en el estado a consecuencia de la incidencia del virus Zika, mientras sus homólogos están pendientes de las festividades carnestolendas, por lo que instó a prestar atención al llamado de emergencia que ha sido hecho desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Nosotros estamos trabajando en el área preventiva, pero se requiere de un trabajo conjunto”, sostuvo Marcano.
Tras referir que las labores de fumigación son permanentes cada año y no espasmódicas, el jefe local detalló que 65 condominios, 28 colegios, 24 sectores, edificios públicos y centros de salud, entre ellos el Centro Médico Anzoátegui, han sido fumigados por el gobierno que lidera durante las tres primeras semanas de 2016. Esto según especificó, representa 70% del municipio, para enfrentar el virus del Zika.
Sobre el tema, el director del Instituto Municipal de la Salud de Lechería, Dr. Omar Olivo, indicó que han recibido al menos 200 casos sospechosos de Zika, 80% de ellos procedentes de los municipios Bolívar, Sotillo y Guanta, de allí la importancia en que los demás ayuntamientos se sumen a la campaña de lucha contra la posible epidemia.
Destacó el galeno que además de la fumigación de unidades educativas, se han estado llevando charlas de concientización, con el propósito de que los niños y adolescentes sean multiplicadores del mensaje de lucha y prevención en sus hogares.
Estima que es importante para la población que las autoridades regionales de salud emitan el boletín epidemiológico, de manera que la población esté consciente de los riesgos a los cuales está expuesta en materia de salud.
Abatización
Marcano destacó que ha conformado un comité de emergencia municipal integrado por la direcciones de Salud Lechería, Gestión Social, Protección Civil y Participación Ciudadana, que estará en sesión permanente y a partir de este lunes saldrán casa por casa a inmunizar los almacenamientos de agua limpia.
“Aunado a la crisis económica y la indiferencia de los Gobiernos regionales y municipales, también tenemos una crisis en el suministro de agua, lo que hace que nuestros vecinos deban almacenar el vital líquido en sus casas y es allí donde se forman los principales criaderos del mosquito patas blancas, por ello a partir de este lunes arrancaremos con jornadas de abatización”, esgrimió.
Detalló que comenzarán por los sectores más vulnerables de Lechería como: Santa Rosa, Rómulo Gallegos, Casco Central, Aldea de Pescadores y Sector Venezuela. Acotó que la prevención del criadero de mosquitos es una tarea que corresponde a todos e hizo un llamado a los vecinos a tomar las medidas preventivas correspondientes.
Apoyo a la comunidad de Puerto Morro
La primera autoridad de Urbaneja precisó que frente a la situación planteada por vecinos de la Urbanización Puerto Morro, quienes han solicitado la fumigación del lugar, ante la presencia del virus, procederán a ofrecer el apoyo necesario, aun cuando el sector pertenece al municipio Sotillo.
No obstante, aprovechó para hacer un llamado a las residencias que puedan contribuir con alguna tifa, para que la suministren y poder así continuar en la labor preventiva de fumigación.
