Habitantes del sector Nueva Barcelona, coinciden al referir que la arteria vial que comunica los municipios Urbaneja y Bolívar fue un gran acierto, pero observan que no se pensó en facilitar el acceso vehicular ni peatonal a las residencias que allí existían

Niurka Franco

La felicidad nunca llega completa afirma Mary Carmen Salcedo, residente de Nueva Barcelona, para ilustrar que cuando compró su vivienda en el sector hace diez años, la Costanera no era ni la sombra de lo que es hoy y la zona no tenía el movimiento comercial que hoy exhibe.

No obstante, observa que la gente vivía tranquila y sin aspavientos. “Esto era un peladero, con mucho monte, tierra y escaso transporte, la construcción de la avenida fue un acierto, claro siempre el progreso tiene sus consecuencias, pero la avenida ayudó a que se revalorizara la zona “.

Sin negar la importancia que esta arteria vial tiene para los residentes de la conurbación, Carolina González, periodista y residente del sector apunta que tanto en éste como en otros casos de desarrollo vial se desestimó el acceso a las residencias existentes.

Aduce que parecieran proyectos sin planificación ni estudio, al subestimar la dificultad que implicaría para los residentes de la zona, acceder a sus viviendas tanto a pie como en automotores.

Esta situación según explica, se evidencia no sólo en la Costanera, sino también en la avenida Fuerzas Armadas, a la altura de Perrokeros, donde cruzar es una especie de aventura, donde sólo los más osados se atreven.

“En el caso de quienes residen en El Remanso y Bosques del Remanso, la situación es grave, porque les dejaron sin acceso a la vía cuando se dirigen a Barcelona, por eso, muchos han tomado por costumbre ir en contravía para acceder a la avenida lo que ha causado ya muchos accidentes”.

Subraya que tratar de acceder a Residencias Casa Grande cuando se transita en sentido Lechería Barcelona resulta muy riesgoso, pues no existe señalización alguna, como tampoco reguladores de velocidad, en tanto que no hay conciencia entre conductores para ceder el paso.

“Para los peatones la situación es peor. Cruzar esa avenida es un riesgo enorme para cualquiera que no tenga posibilidad de correr, creo que aunque le moleste a mucha gente y parezca una medida exagerada deberían colocar policías acostados para que los vehículos que salen de la curva de Puente Real reduzcan la velocidad y se eviten tantos accidentes que ocurren allí. Igual en dirección ontraria, hay que reducir la velocidad de quienes salen del puente de hierro porque toman la avenida como una pista de carreras”.

Una pasarela

Una vecina del sector El Remanso que prefirió el anonimato, reveló que tuvo la oportunidad de participar en algunas reuniones, cuando se planteó la remodelación de la avenida que califica de excelente y que entonces advirtió sobre la necesidad de dejar definidas las entradas y retornos.

“Creo que es una de las mejores vías que tenemos, pero me parece que no se percataron de las entradas a las residencias, eso es delicado porque esta vía empalmará con la carretera nacional a la altura de Los Potocos y el tránsito se incrementará además de la velocidad, por eso me atrevo a decir que se debe colocar una pasarela para el cruce peatonal y un semáforo para los vehículos. La gente tendrá que empezar a respetar esos dispositivos por el bien de todos, el que está frente al Centro Comercial Puente Real no le paran“.