Seis ideas sencillas para reciclar muebles antiguos
El reciclaje de muebles es una muy buena alternativa para cuidar el ambiente y evitar seguir el modelo de "consumo-desecho"
Con información de Ecologiaverde.com
El reciclaje creativo es una salida perfecta para dar una nueva vida a los muebles antiguos, entre los que incluimos tanto los que tienen una pila de años como aquellos otros simplemente vetustos o sin uso, que dejan de encajar en una nueva decoración. El simple hecho de intentar salvar un mueble, la actitud misma de buscarle una funcionalidad o de apostar por una renovación que lo revalorice en lo estético e incluso como producto de reventa es un paso decisivo.
Así es, el cambio de mentalidad es necesario, y más en estos casos, que precisan de una dedicación y entusiasmo mínimos, sobre todo en este mundo nuestro tan amigo del usar y tirar. Eso sí, una vez se ha empezado, los buenos resultados y la alegría del trabajo hecho por uno mismo animan a seguir, y es fácil no poder parar.
Tratándose de muebles, la imaginación juega un gran papel, pero también es cierto que hay una serie de pautas que podemos seguir para obtener resultados interesantes sin necesidad de tirar de magín. Gracias a la difusión que brinda la red, podemos seguir el paso a paso de multitud de proyectos o captar ideas que funcionan y aplicarlas a los nuestros. Además, como podemos observar en la imagen superior, bien elegidos, los objetos decorativos modernos pueden ayudar tremendamente a modernizar un mueble viejo.
La inspiración puede venir de donde menos esperamos: por ejemplo, sólo con cambiar un mueble de sitio (del comedor al jardín, de la habitación al salón, del salón a la cocina…) nos cambia la perspectiva, el posible uso, la valoración de su estética en cuanto a formas, color… Es decir, se nos abren un sinfín de posibilidades que podemos realizar a través del reciclaje creativo: forrar los cajones con papel, pintarlo de arriba a abajo, sólo en parte, hacer dibujos artísticos, hacer una mesa con una puerta, o, por ejemplo, retirar un par de cajones para convertir los huecos en estanterías.
Obviamente, no es necesario cambiar de escenario para encontrar útil el reciclaje. También podríamos cambiar su uso, sin moverlo de donde está o haciéndolo mínimamente, otro truco que también funciona para inspirarnos más y mejor. En caso de dejar el mueble donde está, el movimiento entonces ha de ser mental. Se trata, en suma, de imaginarlo de otro color, o simplemente rehabilitado, respetándolo, por lo que habremos de concentrarnos en remozarlo con una capa de barniz, de pintura del mismo tono o ligeramente distinto, en eliminar carcoma y arreglar pequeños desperfectos consecuencia del paso del tiempo o de algún que otro contratiempo.
Restaurar y pintar
Pintar puede exigir un lijado previo, en cuyo caso podemos optar luego por dar una capa de pintura siguiendo métodos no convencionales, que juegan con la imperfección, como puede verse en la imagen superior y también en la que abre el post. Del mismo modo, la capa de pintura y el dibujo artístico son un buen tandem, y si se desea también se conseguirán resultados originales forrando con papel (papel de cómic, papel de pared, pósters, etc.) y pintando de forma combinada.
Si el mueble tiene valor como antigüedad, deberíamos consultar a un tasador para tomar la decisión más adecuada, pues un reciclaje o mala restauración podría echar a perder una pieza de alto valor en el mercado. Por lo demás, una vez descartado esta posibilidad, la imaginación es la que manda. Con buen gusto, se pueden conseguir grandes cosas: muebles renovados, que evitan comprar otros nuevos, coloridos o simplemente integrados en la decoración, perfectos para su uso.
Las sillas y los sillones suelen estar desgastadas en la parte del asiento, por lo que, en el caso de las sillas, puede bastar con pintarlas del mismo u otro color o barnizarlas de nuevo y usar retales para hacer un almohadón que tape y proteja esa zona. Del mismo modo, a menudo los sillones quedan como nuevos cambiando los almohadones del asiento y el respaldo. También es posible lanzarse a por todas y recubrirlos con decenas de latas de refresco, excepto en el asiento, donde colocaremos un almohadón bien vistoso.
Las mesitas y cómodas se van a transformar de un modo espectacular colgándolas de la pared, forrando con papel los cajones o incluso la mesita por completo, y lo mismo ocurre con los armarios. Forrar de forma selectiva determinados espacios y pintar el resto de colores o , por qué no, sería bonito darle un toque artístico dibujos como flores o cualquier figura o composición que nos inspire.
Decoración con un aire retro
En tiendas de segunda mano o en páginas web de anuncios será fácil encontrar piezas idóneas para que esos muebles viejos encuentren su lugar junto a objetos decorativos de antaño. Los ejemplos son casi infinitos: una vieja máquina de escribir, un teléfono vintage, libros antiguos, objetos de coleccionista o simplemente hermosos, que nos gusten porque sí. En estos casos, incluso podríamos adquirirlos expresamente en anticuarios o en tiendas que los revenden. Y, por supuesto, también es posible encontrarlos en la calle, junto a algún contenedor, esperando que nuestra imaginación y entusiasmo los convierta en algo especial y, sobre todo, muy nuestro.