Jaque a Maduro; Por Omar González Moreno / @omargonzalez6
Mar de Fondo
Un portaaviones norteamericano —el Gerald Ford, el más grande y moderno de los Estados Unidos— se abre paso hacia el Caribe, acompañado por una poderosa flota y más de 15.000 efectivos militares.
Es el mayor despliegue estadounidense en la región en toda la historia.
El mensaje es claro: el mundo no tolerará más la impunidad de un régimen narcoterrorista de Nicolás Maduro y su banda que ha convertido a Venezuela en refugio del crimen y la miseria.
Mientras el pueblo clama libertad, el cerco se cierra.
Maduro enfrenta su hora más oscura, sin legitimidad, sin respaldo, sin salida.
La tenaza es insoportable. Un pueblo unido harto del saqueo y la destrucción y el Caribe que ya no es un mar de silencio.
La dos fuerzas son el eco de una historia que está por cambiar.
Maduro intenta mostrarse desafiante, pero su realidad es la de un gobierno acorralado. Los aliados que antes lo protegían —Moscú, La Habana, Teherán— enfrentan sus propias crisis, y las fisuras internas dentro del chavismo crecen al ritmo de la desesperanza popular.
La organización del pueblo venezolano y la presencia militar estadounidense coincide con una creciente articulación política y moral dentro de Venezuela, bajo el liderazgo indiscutible de María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz
El pueblo venezolano, tras años de humillación y resistencia, vuelve a sentir que no está solo.
Que la comunidad internacional escucha su clamor, que el Caribe ya no es un muro de contención sino un puente hacia la libertad.
El régimen puede aún alardear de sus milicias y de sus discursos vacíos, pero la historia es implacable: ningún poder corrupto resiste eternamente la fuerza moral de un pueblo decidido a ser libre.
El jaque está sobre la mesa.
Y esta vez, el jaque es por la libertad.
¡Gloria al bravo pueblo!