Crece desprestigio de Maduro; Por Omar González Moreno / @omargonzalez6
Mar de Fondo
El régimen de Nicolás Maduro atraviesa una fase de desprestigio y aislamiento internacional sin precedentes.
Cada decisión errática, cada gesto de confrontación y cada atropello contra los derechos humanos ha reducido aún más su legitimidad, convirtiéndolo en un paria en el concierto de las naciones.
Maduro no es visto como un jefe de Estado, sino como un sujeto despreciable, un forajido a acorralado, repudiado en foros democráticos, rechazado por gobiernos aliados en el pasado y señalado por organismos internacionales por crímenes de lesa humanidad y narcoterrorismo.
El reciente rompimiento de los acuerdos de gas con Trinidad y Tobago es una muestra clara de esa deriva.
En lugar de fortalecer la cooperación regional y aprovechar oportunidades económicas para el país, Maduro opta por dinamitar puentes y cerrar puertas, dejando a los Venezolanos más solos y vulnerables.
El aislamiento no es solo diplomático y economico, sino también es moral y político.
Venezuela, que alguna vez fue referente de progreso, hoy se proyecta como un Estado hostil, errático y sin credibilidad, reflejo de la organización criminal que usurpa el mando, corroída por la corrupción, la represión y la desesperación de aferrarse al poder a cualquier precio.