Maduro está derrotado; Por Omar González Moreno / @omargonzalez6
Mar de Fondo
Venezuela ha sufrido la peor crisis política y económica en siglos bajo el mandato de Nicolás Maduro.
La inmensa mayoría de los venezolanos ha expresado por diversos medios su pesadumbre, hartazgo y rechazo hacia su régimen, lo que ha llevado a un inocultable desplome de su menguada base de apoyo.
La falta de respaldo a Nicolás Maduro y su régimen se refleja en diversos aspectos de la vida venezolana.
Por ejemplo, las incontables protestas, la baja popularidad según todas las encuestas, las críticas internacionales y las deserciones de altos funcionarios militares y civiles de su propio régimen, entre otros.
Además de la escasez y elevados precios de los alimentos y medicinas, la hiperinflación descontrolada, la corrupción, la inseguridad ciudadana, el colapso de los servicios públicos, la diáspora y la constante violación de los derechos humanos son solo algunas de las consecuencias de su pésima gestión.
Por si fuera poco, la creciente presión internacional y la pérdida de legitimidad a nivel global han debilitado todavía más su precaria estabilidad.
Muchos países han reconocido que Maduro es un autócrata corrupto e incapaz, lo que ha aislado aún más su endeble posición en la escena internacional.
En este contexto, es evidente que Nicolás Maduro va a perder de manera aplastante las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 28 de julio.
El rechazo cada vez más evidente por parte de la población refleja un claro mensaje: los venezolanos lo quieren fuera del poder.
La situación actual plantea, en consecuencia, un desafío significativo para él y sus cómplices: negocian ahora su salida o se atienen a las consecuencias que pareciera ser la peor de las opciones.