La armonía debe prevalecer en la oposición venezolana; por Jesús Espinoza
En estos momentos de Venezuela, marcados por la oscuridad, de tanta inestabilidad y crisis en todos los ámbitos de la vida nacional, las personas que desarrollan la delicada labor de ser políticos, requieren de un gran desprendimiento personal, deben hacer una entrega total y renunciar a todo interés subalterno, malsano y que su carta de presentación sea rubricada por los más altos valores éticos y morales, convirtiéndolo en un persona confiable, de respeto, prestigio y valorado por el común denominador de todos los ciudadanos. Un político debe y tiene que ser intachable, noble, sensible y ante todo justo.
Se está promoviendo al líder o político populista, que es simpático, aunque mienta. No agrada el político serio, poco dado a la simpatía arrolladora. Se prefiere al que se desboca en saludos, abrazos y zalamería, que son realmente atributos que poco deben importar; lo sustantivo debe ser que el líder se perciba como un ciudadano extraordinario, cumplidor de su palabra y del deber, amante de la familia y con profundo amor patrio.
La crisis actual es de tan grandes dimensiones, que ataca la moral. Se ha perdido la sindéresis o está totalmente extraviada, nublada. Es absolutamente necesario retomar la cordura, gestionar la paz, practicar el amor al prójimo, es decir, retomar los valores universales del hombre y aplicarlos con sencillez en la vida diaria. Debemos retomar la cristiandad y la capacidad de ver en el prójimo a un hermano, a quien se le debe tender la mano cuando lo necesita.
En esta crisis están inmersas las organizaciones políticas o partidos políticos. Sus líderes principales no han querido entender que Venezuela llora, se desgarra, se lamenta y fractura en cada minuto que transcurre y que nuestros hermanos venezolanos sufren una tragedia sin precedentes históricos y lo peor es que sienten que no los aman.
Venezuela reclama de sus líderes comprensión, empatía, sinceridad, respeto, responsabilidad y verdad. Es hora de hacer lo correcto, hay que dar muestras de entrega verdadera y trabajar juntos. Es hora de remar hacia el mismo faro que alumbra el camino, ir con amor y con mucha fe.
Los partidos políticos, no pueden ser jaurías humanas, en donde cual hienas, se tratan de comer unos a otros. Hay que servir como seres humanos civilizados y espirituales, dejar a un lado las apetencias e intereses bajos, nefastos y crueles.
La aceptación y el respeto mutuo, la lealtad y consideración entre todos los que trabajan por el mismo fin deben ser las características principales de quienes tienen la altísima responsabilidad de sacar a nuestra maltratada patria del hoyo oscuro en donde se encuentra y lograr que la luz brille nuevamente para todos.
Trabajar en armonía, paz, entrega y desprendimiento es la clave para lograr el anhelo de instaurar nuevamente nuestra LIBERTAD.
Con profundo afecto y respeto
Jesús Espinoza