Fariñas, el Gandhi caribeño; por Pedro Corzo / @pedrocorzo43
Una vez más, el opositor al totalitarismo, Guillermo Fariñas, Premio Sajarov de la Unión Europea 2010, se encuentra en huelga de hambre, siendo 28, las veces que usa su cuerpo como escudo, con consecuencias muy severas para su salud.
En esta ocasión, en lenguaje presidiario, el dirigente opositor le “subió la parada a la dictadura” al negarse, también, a ingerir agua, una decisión que acelera el deterioro físico y emocional del huelguista, acortando dramáticamente su existencia, por suerte, al séptimo día de la huelga, decidió beber agua temporalmente, para dar tiempo a que sus demandas sean consideradas por los gobiernos e instituciones correspondientes.
Fariñas, fundador y líder del ilegal Frente Anti totalitario Unido (Fantu), demanda “la liberación incondicional de todos los presos políticos”, calculada en la actualidad en más de mil personas, incluyendo menores de edad de ambos sexos, además reclama un cerco naval y aéreo a la Isla, que la Organización de Estados Americanos (OEA) aplique la Carta Interamericana, que los efectivos militares rusos y chinos acantonados en tierra cubana, sean retirados y que la Unión Europea, termine el tratado político y cooperación económica con Cuba, acuerdo vigente desde el 2017.
Predicar con el ejemplo es una de las máximas de Fariñas. Su sentimiento de solidaridad es muy fuerte. Tiene un firme compromiso con los presos políticos y los perseguidos por igual causa. Numerosas veces ha sido golpeado y arrestado por demandar la excarcelación de sus compañeros o el cese de las golpizas que propinan los esbirros del régimen.
Por esa reiterada conducta de no rehuir los problemas, ha contado con la solidaridad de numerosas personas. En las Tunas, Cuba, se declararon también en huelga de hambre, los opositores Irenaldo Sosa Báez, Martin Tomás Domínguez y Yadira Puerto Cruz, paciente de cáncer, condición que afecta severamente su resistencia.
Lo máximo de los esbirros del castrismo ha sido que el jefe del sector del ministerio del Interior, no dio su nombre, dijo en la casa de Báez, uno de los huelguistas, que, si uno de los protestantes moría en la gesta, acusaría a los sobrevivientes de homicidio.
Válido decir que en Miami también hay huelguistas, como el ciudadano español Nacho Rocha y el activista cubano, Jaimiel Hernández, quien se programó un ayuno de solidaridad con quienes en la Isla demandan, entre otras exigencias, la libertad de todos los prisioneros políticos.
Por otra parte, el liderazgo de FANTU en el exilio, encabezado por los empresarios Manuel Milanés, Lissette Coll y el ex prisionero político Ramiro Gómez Barruecos, han trabajado intensamente a favor de los huelguistas, realizando intensas campañas de denuncias contra la tiranía y contactando figuras nacionales e internacionales para que se pronuncien a favor de los protestantes.
Guillermo Fariñas, ha tenido la voluntad, inteligencia y coraje para desarrollar en Cuba la forma de lucha que personificó Mahatma Gandhi, aunque está consciente que la reciedumbre de la corona británica, no se aproxima en ninguna medida a la crueldad extrema del régimen de los hermanos Castro.
Hasta la apariencia física de Fariñas tiene aproximación con la de Gandhi. Su manera de sentarse, el hablar pausado, su ocasional semidesnudez y las invariables huelgas de hambre, le dan el aire de un hombre de gran espiritualidad que ha asumido el compromiso de conquistar la meta o morir en el empeño. Otra semejanza entre Fariñas y Gandhi, es que el isleño no es un visionario, sino un idealista práctico como se autocalificara Mahatma.
Gandhi en numerosas ocasiones provocó los arrestos de que fue objeto, por su parte, Fariñas, tampoco rehúye la cárcel a pesar de su delicada condición de salud. Al parecer, tanto Gandhi como Fariñas, consideran que estar en prisión les fortalece, a la vez que la causa es también favorecida.
Conozco a Guillermo Fariñas, como conocí a otros huelguistas que entregaron sus vidas en la comisión que se autoimpusieron. Aquellos fueron tiempos que los horrores del totalitarismo insular pasaban inadvertidos para numerosos gobiernos, personas y hasta entidades defensoras de los derechos humanos, por suerte, al parecer, hay una mayor conciencia de la realidad cubana, así, que confiemos que los huelguistas no se sumen al martirologio de los al menos, 13 cubanos que han entregado sus vidas en huelga, entre los que contamos a Pedro Luis Boitel y Orlando Zapata Tamayo.