No es unidad; por Pedro Galvis / @pgalvisve
La prioridad de todo demócrata activo debe estar enfocada en hacer su parte para contribuir a lograr conquistar la libertad en el menor tiempo posible, para lo cual, es necesario acumular y articular todas las fuerzas posibles. Con este propósito la unidad tendría perfectamente sentido, pero empeñarse en construir una supuesta unidad para potenciar ambiciones individuales, alimentar egos o el sectarismo grupal, además de ser un despropósito la hace imposible de alcanzar.
Se equivocan quienes piensan que los enemigos de la unidad somos quienes no le acompañamos en su agenda, en Vente no somos un obstáculo para que desarrollen sus planes. Busquen dentro de sus filas, son sus ambiciones y la de sus aliados los que atentan contra ustedes mismos. Revísense, nosotros estamos claros que “la Unidad” que ustedes defienden es una entelequia usada como recurso retórico para confundir y captar incautos. Ustedes, sus promotores no están unidos, ni persiguen la libertad en el corto plazo, solo un reparto de cuotas, con la ilusión de lograr algunos espacios de poder, que en la mayoría de los casos no lograran coronar.
La oferta política centrada en una supuesta “unidad” está agotada. Por ello es imprescindible ocupamos de renovar al liderazgo, así como también las ideas que los inspiran. La mentada “unidad”, sin criterios objetivos y propósitos claramente definidos, termina convertida en una quimera que no logrará recuperar la confianza necesaria para movilizar a la ciudadanía, por el contrario alimentará el hartazgo colectivo que terminará por sepultar a quienes por más de 30 años, en primera línea o tras bastidores han venido moviendo los hilos de la política opositora en Venezuela.
Sus premisas están desfasadas. No es unidad, es libertad lo que aspiramos los venezolanos. No es unidad, es fuerza para lograr derrotar al sistema y conquistar la libertad. La unidad solo es posible alcanzarla entre quienes comparten objetivos comunes, y obviamente cuando 4 o 10 personas aspiran ser candidatos para optar a un cargo, cada una de ellas, tratará de “jalar la braza para su sardina”, esto queda evidenciado por el espectáculo mostrado por los dirigentes de los 4 partidos que se abrogan la representación de la oposición, cuando a más de 15 días de cerrado el lapso para postular las candidaturas “de unidad”, todavía están desojando la margarita en una guerra fratricida para imponer su aspiración.
El problema con esta política, radica en que no es efectiva para lograr resultados positivos para la gente. No resulta atractivo, ofrecer recuperar supuestos espacios de poder, que todos saben que mientras mientras persista la usurpación en el poder, serán completamente inútiles y no resolverán los problemas de la ciudadanía ni de las ciudades. Todo lo cual desencadena la frustración en parte de sus seguidores, quienes no ven asertividad en la estrategia de unidad opositora. Todo lo cual ha generado el actual desencuentro y pérdida de capacidad de movilización y convocatoria, del gobierno interino y de la llamada plataforma unitaria.
Lo cierto del caso es que vaciaron de contenido al concepto de unidad, hoy reducida a un elemento retórico, carente de utilidad práctica, porque “la unidad” no ha existido nunca, y mientras no logren entender la lógica y dinámica criminal que se ha extendido por toda Venezuela, su propuesta no tendrá cabida y cada vez tendrá menos vigencia. Para derrotar al mal, no requerimos unidad para un reparto de cuotas, entre una alianza electoral; sino unidad de propósitos en una alianza política con objetivos comunes. El foco es la libertad. Sin libertad no hay democracia ni futuro. Ahora bien, ¿Todavía no logran entender esta premisa, o es que simplemente están tendiendo la cama para cohabitar?.