Cristo Hambriento; por: Antonio Cedeño
Cristo habita hambriento en los barrios y campos de mi tierra. Sin ser reconocido, ni siquiera por quienes le han conocido en el Seminario y en los estudios bíblicos.
Tampoco los políticos de oficio lo han reconocido.
En la comunidad de gente pobre cayeron las arepas. En esas comunidades el hambre azota.
Las arepas caen como el Maná que envió Dios en medio del desierto al pueblo de Israel, que huía de la esclavitud de los egipcios.
Muchas bendiciones te envío de ese pueblo que llora y sufre sin esperanza.
La Fundación Juan Pablo II es un Faro de Luz en medio de las tinieblas.
Dios Bendiga a Venezuela
Dr. Antonio Cedeño
Anzoátegui 7/9/20