La llegada de Fidel Castro a Venezuela, el 23 de Enero de 1.959, precedida de su impactante campaña para derrocar a Batista, ocasionó un terremoto en los círculos políticos. La juventud, estremecida por el efecto del éxito de la Revolución, fue cautivada por su mensaje libertario, humanista, soñador, a pesar de que ya se asomaba, como lo intuyó Rómulo Betancourt, el horror de la dictadura, los fusilamientos, las expropiaciones y la posibilidad de que un cambio de gobierno en Cuba hacia la democracia en el futuro, sería sólo una ilusión, en una tropical imitación de la ocupación soviética de Europa del Este que duro 45 años. Fidel Castro gobernó desde 1.959 hasta 2008, 42 años más que Fulgencio Batista a quién derrocó. Que haya seguidores del tirano hoy en día es incomprensible.

El sueño de libertad de la dictadura de Batista, se convirtió en la pesadilla de la tiranía Castrista, destrozando un país y desapareciendo el futuro de tres generaciones de cubanos, convirtiendo a ese país en una rareza y sin saber aún cuántos años más estará Cuba sometida a esa servidumbre.

Una generación de jóvenes políticos venezolanos de distintos partidos, hipnotizados y luego financiados por Castro, liderados por el Partido Comunista de Venezuela, confesamente sometido a los dictados soviéticos, iniciaron una cruzada armada contra su propia patria para derrocar la naciente democracia venezolana, que tanto esfuerzo y 150 años había costado lograr y sometiéndola al dominio Castro-Soviético para saquear su petróleo, indispensable en la guerra fría. No tuvieron éxito, aunque sus protagonistas lo presenten como una épica.

Hoy los herederos y seguidores de esas luchas conjuntamente con el Chavismo, con el cual se sienten confortables por su autoritarismo, han tenido el triste logro en ésta, su Revolución, de entregar el país convirtiendo en pesadilla el sueño de redención ofrecido en 1.998, en insólito y triste símil que repite la tragedia cubana. El colapso general lo atestigua.

Han logrado ser gobierno tantos años como Acción Democrática y 10 más que Copei, destrozando la institucionalidad. 5 años con Caldera II, 14 años con Chávez y 6 años con Maduro; 25 años en el poder y a pesar de los fracasos estruendosos de sus gobiernos, conservan el mismo cínico discurso en la búsqueda de perpetuarse en el poder, jugando con la amnesia del pobre pueblo venezolano.

La gigantesca corrupción, la hiperinflación, la deuda externa, la quiebra de la administración pública, la hambruna y la crisis humanitaria, con registros nunca vistos, son el resultado del protagonismo de la “izquierda” y sus programas.

El liderazgo democrático emergente tiene entre sus principales tareas revelarle al pueblo venezolanola historia y las verdades de los responsables del desastre.

Escrito por: Yovany Rojas / @YovanyRojas