Las competencias de Fórmula 1 son una interesante y divertida actividad de gran atractivo mundial. Su puesta en escena es de un altísimo costo. Constructores de carros, pilotos de altísimos salarios, patrocinantes y otros, se reúnen en una actividad de casi un año. Las entradas para presenciarlo cuestan una fortuna y cada carrera se realiza en un país distinto. Sus asistentes son millonarios, JetSet, artistas y público de altos ingresos. El resto del mundo lo ve por televisión.

Lugar: Salón de reuniones del Gabinete de Ministros. Junta presentada al país por televisión y radio. El Jefe del Estado se prepara para informar al Consejo de Ministros de algunas decisiones importantes que ha tomado.

Entre ellas, el Jefe de Estado le informa al gabinete y al país, que su amigo piloto de F1, lucha por cumplir su sueño personal de conseguir un puesto como piloto de una de las escuderías participantes en las carreras, sólo que compite con otro piloto cuyo patrocinante es un millonario. En vista de esta situación, el Jefe de Estado informó que decidió llamar a una de las empresas de propiedad pública y le ordenó patrocinar a su amigo durante varios años, por varios cientos de millones de dólares si se calculan los costos publicitarios normales. El gabinete y el país aplauden al Jefe del Estado, aunque los recursos entregados para que su amigo corra el F1, pudieran haber servido para muchos otros fines públicos, como hospitales, escuelas o carreteras.

Fallecido presidente Hugo Chávez observa Vehículo de Formula 1 de Pastor Maldonado

¿Expropiar…. o Privatizar?

Este es uno de los innumerables ejemplos que explican de manera simple, como las empresas públicas, petroleras, bancos, estaciones de TV, Azucareras, Acerías, Hoteles, etc, ya sean creadas o provenientes de las expropiaciones, se convierten al final en empresas cuyo desempeño está afectado por las decisiones de las autoridades del estado, quienes se comportan como verdaderos propietarios de las empresas y no rinden cuenta por sus decisiones, ya que ellos representan al dueño: el pueblo.

La causa del fracaso de las empresas públicas queda evidente y por eso los dirigentes políticos debieran explicarles a sus pueblos lo inconveniente que resulta tenerlas y proponer las políticas para que las actividades económicas sean desempeñadas por los privados. Los países ex socialistas ya aprendieron esto y por eso progresan

Cuando se expropia una empresa, en realidad lo que se hace es privatizarla para el disfrute de los funcionarios y sus amigos.

Autor: Yovany Rojas / @YovanyRojas