Los últimos días de la dictadura; por: Pancho Aguilarte / @P_Aguilarte
"El pueblo se encontró por primera vez con suficiente dinero para cubrir sus necesidades básicas y comprar algunas cosas que siempre deseó, pero no podía hacerlo, porque los almacenes estaban casi vacíos. Había comenzado el desabastecimiento, que llegó a ser una pesadilla colectiva. Las mujeres se levantaban al amanecer para pararse en las interminables colas donde podían adquirir un escuálido pollo, media docena de pañales o papel higiénico. El betún para lustrar zapatos, las agujas y el café pasaron a ser artículos de lujo que se regalaban envueltos en papel de fantasía para los cumpleaños.
Se produjo la angustia de la escasez, el país estaba sacudido por oleadas de rumores contradictorios que alertaban a la población sobre los productos que iban a faltar y la gente compraba lo que hubiera, sin medida, para prevenir el futuro. Se paraban en las colas sin saber lo que se estaba vendiendo, sólo para no dejar pasar la oportunidad de comprar algo, aunque no lo necesitaran.
Surgieron profesionales de las colas, que por una suma razonable guardaban el puesto a otros, los vendedores de golosinas que aprovechaban el tumulto para colocar sus chucherías y los que alquilaban mantas para las largas colas nocturnas. Se desató el mercado negro. La policía trató de impedirlo, pero era como una peste que se metía por todos lados y por mucho que revisaran los carros y detuvieran a los que portaban bultos sospechosos no lo podían evitar.
Hasta los niños traficaban en los patios de las escuelas. En la premura por acaparar productos, se producían confusiones y los que nunca habían fumado terminaban pagando cualquier precio por una cajetilla de cigarrillos".
No se trata de lo que acontece en Venezuela, esto es un extracto de la novela de Isabel Allende "La casa de los espiritus". Se refiere a los sucesos previos a la derrota de Salvador Allende. Observemos el gran parecido con la realidad venezolana en cuanto al comportamiento social de los ciudadanos que poco a poco ha ido envolviendo a todos los estratos sociales.
La diferencia fundamental y determinante, que ha evitado un gran estallido de consecuencias inimaginables es que en el gobierno del Médico Salvador Allende los poderes públicos gozaban de autonomía y las Fuerzas Armadas Chilenas no estaban comprometidas con la ideología de la revolución ni mucho menos eran teledirigidas desde la Habana, Cuba.
De manera que la situacion asfixiante que vivieron los ciudadanos de aquel país encontraron eco, primero en los partidos políticos y después en la cúpula y mandos medios militares, lo que facilitó el éxito del golpe del General Augusto Pinochet.
En efecto documentos desclasificados demuestran las reuniones de representantes de la Democracia Cristiana, partido mas poderoso de Chile con oficiales de alto rango y mandos medios, para ofrecer apoyo a los militares contar que se detuviera aquel infierno que resultó de los ultimos años del gobierno de la Unidad Popular que encabezara el prestigioso médico y politico Salvador Allende, que como causales inmediatas para su derrocamiento tuvo la ingerencia de la dictadura cubana y la obediencia del presidente a Fidel Castro y la incapacidad política, ceguera económica e inmadurez ideológica de una de las organizaciones con mayor influencia en la toma de decisiones del presidente y del gobierno, el MIR que dirigia Pascal Allende sobrino del Mandatario. En efecto las expropiaciones, ocupaciones y confiscaciones de bienes patrimoniales de los empresarios y clase media generó el cuadre de los empresarios, profesionales y gremios con las fuerzas armadas chilenas para derrocar al gobierno de Salvador Allende.
Lic en Educación, Abogado y Analista Político