Sin rectificación a la vista; por: Freddy Paz / @freddypaz
Atravesamos por una crisis que se escucha en la calle, de boca en boca, se convirtió en un grito que el sector gubernamental pareciera no querer escuchar. Según los datos del CENDA al cierre del mes de enero de 2016, el poder adquisitivo del venezolano cayó 61% en un año. Un trabajador al 30 de enero de 2016 necesita un mínimo de 2.274,00 Bs diarios para alimentar a su familia y la jornada laboral diurna, más el ticket de alimentación suman al día 547,00 Bs, como se suple esa diferencia?.
Dice también el estudio del CENDA que un promedio de 26 productos alimenticios de los sesenta (60) que conforman la canasta alimentaria no se consiguen con regularidad: carne de pollo (entero), carne de res (bistec, molida; sopa /lagarto), hígado de res, café, pasta regulada y no regulada, arroz regulado y no regulado, granos (lentejas, caraotas, arvejas, frijoles), aceite, avena, azúcar; siendo estos productos los que presentan mayor irregularidad en comparación con los meses anteriores; también harina de maíz, harina de trigo, sardina fresca, atún enlatado, queso blanco duro (del más económico); queso amarillo (del más económico); margarina, leche en polvo, mayonesa, salsa de tomate y pan (regulado) y que en los MERCALES y PDVALES solo se consiguen doce (12) productos alimenticios de los sesenta (60) de la tan nombrada canasta alimentaria.
Estos números tan poco esperanzadores con los que termino el mes de enero, con los días serán muchísimo más aterradores. Sin duda alguna un panorama muy sombrío para los venezolanos, si tomamos en cuenta los últimos anuncios económicos hechos por el gobierno: aumento de la gasolina, más impuestos, incremento de la unidad tributaria que solo pretenden meter las manos del estado en los ya, empobrecidos bolsillos de los venezolanos para enfrentar el inmenso déficit fiscal producido por los focos de corrupción y una política equivocada, populista y caduca aplicada por este gobierno durante los últimos 17 años.
Pero lo que es verdaderamente espeluznante es que el país, no percibe por parte del gobierno la más mínima señal de rectificación. Pareciera que la clase gobernante está sentada de espaldas a un pueblo que necesita soluciones urgentes a la profunda crisis que nos estrangula, y solamente desde el gobierno se preocupan por hacer politiquería y propaganda, evadiendo a toda costa su responsabilidad en este desastre y tratando de conservar sus privilegios al costo que sea.
Vimos a un Vicepresidente de la República rindiendo en la Asamblea Nacional una memoria y cuenta que parecía de otro país, ese discurso lleno de maravillas irreales se agotó. Cada día es mayor el número de ciudadanos que está dejando de comprar la tesis conspirativa, ese cuento de que la culpa es de enemigos externos, del golpismo, de los burgueses, de la guerra económica.
El venezolano que sufre día a día los rigores de la crisis, que no consigue comida ni medicinas, que se ve atrapado en la terrible trampa de la inseguridad, que no consigue asistencia médica, que sufre apagones constantes, que padece la falta de agua, que se sube día a día en un transporte publico cada vez peor, se cansó del discurso de la confrontación y se niega rotundamente a seguir creyendo que después de 17 años, los que han gobernado con todos los poderes públicos a su servicio, con ingentes recursos producto de la renta petrolera nunca registrados en los históricos de esta hoy golpeada patria no tengan ninguna responsabilidad de lo que estamos viviendo hoy.
Los problemas que nos agobian no se tapan con discursos encendidos, ni con cadenas de radio y televisión, ni con pequeños grupos que acosan verbal y físicamente a los diputados electos por el soberano para que les represente en la Asamblea Nacional, que son agredidos ante la mirada complaciente de funcionarios de la Guardia Nacional.
Este terrible entuerto se comenzara a enderezar cuando los que nos gobiernan entiendan que las única vía posible de recuperar a nuestro país es apartando el maniqueísmo y la incitación al odio, convocando a todos los sectores del país a trabajar mancomunadamente por el bienestar de todos. Hay que producir, hay que generar empleo de calidad, hay que incentivar, impulsar y proteger a los que generan riqueza y progreso. Pero desgraciadamente estas señales de esperanza no están a la vista.
Diputado Freddy Paz