Atrapado y sin salida; por: Fausto Masó / @faustomaso
Un familiar me envía una noticia publicada en Alemania sobre Antonio Ledezma, donde se sorprenden de que el alcalde de la principal ciudad de Venezuela se encuentre virtualmente secuestrado en su casa, a pesar de la votación con la que fue elegido. Este caso de Ledezma expresa la tragedia de los presos políticos venezolanos que ya despiertan atención mundial, sin que el gobierno encuentre una respuesta, porque a Maduro lo domina una perplejidad absoluta, parece atrapado y sin salida. No sabe qué hacer con Antonio Ledezma, igual que lo desconcierta la crisis económica, a pesar de que sus asesores internacionales le señalan que la inflación para diciembre amenaza con llegar a 200% y que el desabastecimiento en semanas provocará graves conflictos.
Dentro del chavismo se multiplican las críticas, desde un Navarro a un Giordani y a dirigentes obreros. En Aporrea escribe César Enrique: “La corriente disidente del PSUV, Marea Socialista, como ya es conocido, decidió finalmente presentar candidatos propios a las elecciones parlamentarias de 2015, posibilidad que había llevado a la agrupación a solicitar, preventivamente (a fines de 2014), la reserva del nombre ante el CNE. El órgano electoral, sin embargo, de acuerdo con la Gaceta Electoral de fecha 13/05/15, negó a MS (así como a otras agrupaciones solicitantes) la posibilidad de registrarse como partido político, aunque la decisión aclara que se trata de una medida de carácter temporal, ya que dichas agrupaciones podrían ser aceptadas si hacen el cambio de nombre, lo que les permitiría tomar parte en la elecciones a la Asamblea Nacional. Más allá del pronunciamiento del CNE, con todo lo que puede implicar, lo relevante es la determinación de MS de convertirse en una organización política autónoma. No es gratuita la decisión de MS”.
Por otra parte, en la oposición sin duda, “la Unidad es la llave maestra para abrir las celdas de los presos políticos. Aquí no se trata de ver quién es el primer partido de oposición, aquí lo trascendente es luchar juntos para que tengamos a la unidad al frente del nuevo gobierno que los venezolanos debemos darnos democráticamente, produciendo los cambios que necesitamos en lo económico, en lo social y en lo político”.
Para Mitzy de Ledezma, “todos somos necesarios, no podemos caer en el juego del régimen que quiere vernos peleándonos como perros y gatos, cuando lo juicioso es honrar la fe de la gente en nosotros. Si no nos respetamos, si no nos unimos de conciencia, la ciudadanía llegará a pensar que lo único bueno que tiene este nefasto gobierno es lo malo de la oposición”.
Nicolás Maduro acepta en privado que las cosas no marchan bien, no se decide a imponer un solo tipo de cambio, o pasar del 6,30 a 10 o 45 por dólar. Por ahora solo le preocupa disminuir la salida de dólares, aunque sea a costa de paralizar la industria, o dejar a los estudiantes pasando hambre. Según Ecoanalítica, “se proponía un tipo de cambio oficial de 35 bolívares por dólar, supuestamente alineado con el nivel del tipo de cambio real de equilibrio para Venezuela al cierre del mes de febrero 2015”. Pero a Maduro le encanta correr la arruga, dejar para después de las elecciones las decisiones, ni siquiera se atreve a aumentar el precio de la gasolina, pero esta semana anda alarmado, porque le dicen que esto no llega a las elecciones. Él hasta ahora prefiere esperar, encomendarse a Dios, apostar por un milagro, no darle un dólar al sector privado, aunque ya se paralicen las industrias.
Como dijimos, Maduro está atrapado y sin salida.
La pregunta inevitable: ¿por qué Chávez escogió a Maduro?
Porque no tenía otro candidato a sucederlo a mano, al final entre Jaua y Maduro el chavismo prefirió al segundo y los civiles rechazaron que a Chávez lo reemplazara un militar.
Ese fue el fruto de 14 años de gobierno de Chávez que deliberadamente apartó de su lado a los que le hicieran sombra.
En sus últimos meses de vida, cuando ya sabía cercana la muerte, Chávez y su círculo de confianza decidieron que Maduro ocuparía la presidencia, cometieron un último, tremendo y definitivo error.
Vía: El Nacional