Democracia en riesgo. Por: Freddy Paz / @freddyspaz
Cuando se dificulta la acción del Parlamento o se controla el sistema electoral para beneficiar a un solo partido, se quiebran los fundamentos institucionales, jurídicos, de la democracia.
Nunca en Venezuela el Parlamento nacional ha incumplido tanto sus funciones de control del Gobierno y de elaborar Leyes. Porque la corrupción socava también los fundamentos materiales de la democracia.
Se pone en riesgo la democracia cuando se intenta la marginación y la secundarización de la Asamblea Nacional como poder autónomo. El ejemplo más preocupante es la continua utilización de poderes especiales o habilitantes al ejecutivo nacional, para dictar Decretos-Leyes por parte del Gobierno “socialista”. Nunca, en la llamada cuarta república, se habían dictado tantos Decretos-Leyes, como en tiempos de la “revolución”.
Las conquistas democráticas que se creían plenamente asentadas en Venezuela se encuentran confrontadas en nuestros días por riesgos de regresión y por estados de opinión crítica, que revelan que en la vida política nada debe darse por definitivamente establecido y asentado, y que la democracia es algo que requiere cuidados y atenciones que conciernen a su buen funcionamiento y a su calidad.
¿Qué pasa cuando un niño crece en un ambiente donde tiene salud, alimentación y educación?, se vuelve una persona culta. ¿Qué pasa cuando se es una persona culta?, le gusta opinar, criticar decidir, participar, queremos ser verdaderos ciudadanos.
Vivimos tiempos donde criticar al sistema, es asumir el riesgo de ser perseguidos como Rosales; encarcelados como Ledezma, López, Ceballos, entre otros venezolanos, que no logran ver satisfechas sus demandas. Esto ocurre actualmente en Venezuela, cuando nos atrevemos a expresar ideas, formas de pensar, de reclamar al gobierno los errores que se están cometiendo.
Esta última semana el dólar Simadi comenzó en una cifra similar al precio en el cual se transó la divisa en el mercado paralelo hace unos días cerca de Bs. 200, es cuatro veces equivalente a la cotización del eliminado Sicad 2 de Bs. 50 y 31 veces mayor al de Cencoex de Bs. 6,30 lo que impacta negativamente en nuestra economía y en el bolsillo de los venezolanos, que vivimos en una democracia en riesgo y en tiempos cada vez más angustiosos.