El Mondongo Económico; por: Carlos García V / @I_m_kgv
La inflación es sin duda, junto a la escasez, el principal problema de la economía en estos días. Está inflación, que para el gobierno es inducida, tiene su origen según los expertos en la expansión del gasto público, el déficit fiscal y el financiamiento inorgánico del mismo por parte del Banco Central.
¿Pero, a qué se refieren? ¿Cómo podemos explicar este problema en términos más sencillos, como para que la mayoría de la población pueda entenderlos? Hoy, se me ocurre explicarlo en términos culinarios, como para que hasta los niños podamos entender, y para demostrar que la solución a este problema no es complicada, ni difícil, pero sí requiere de un buen manejo político.
La economía pública es como hacer un mondongo. PDVSA y el SENIAT, son los encargados de aportar el dinero con el cual se comprarán los ingredientes para el mondongo. El Banco Central es el cocinero responsable de preparar la comida, para que todos los comensales la disfrutemos. En este caso, el gobierno central fungiría como el administrador del restorán. PDVSA y el SENIAT cuadran con el cocinero, el banco central, en la cantidad de dinero que pueden aportar. EL cocinero (BCV) calcula que con ese dinero se pueden hacer, digamos, mil platos de mondongo. Eso se llama “Presupuesto”. En este caso, el presupuesto está equilibrado. Pero el señor administrador del restorán, es un señor que le encanta hacerle favores a todo el mundo, le encanta hacerse el simpático y entonces invita a comer (sin pagar) a 500 personas más. Solo se pueden hacer mil platos, pero se necesitan 1500. Eso se llama “Déficit Fiscal”. Allí, solo hay dos soluciones: o PDVSA y el SENIAT aportan más dinero o se comprometen menos platos. Si PDVSA no puede aportar mas porque los precios están bajos, entonces el SENIAT debe aumentar los impuestos para suplir mas dinero. Pero si el SENIAT tampoco puede, entonces queda otra solución que es disminuir la porción de mondongo para que le alcance a todos. Eso se llama “Ajuste Fiscal”. Sirviendole un poquito a cada quien a lo mejor alcanza para todos, pero hay que ponerlos de acuerdo y advertirles. Pero, imagínense que en este ejemplo el administrador, lejos de querer reducir los platos o invitar a menos gente, decide que no, que a él se le ocurrió inventarse unas misiones para ayudar a los más necesitados. Se requieren 500 platos más. Lejos de querer cobrar por la comida, invita a más gente.
¿Cómo puede resolver esto nuestro atribulado cocinero? ¿Cómo puede complacer a todos con el mismo ingreso? La respuesta del administrador no se hace esperar “échale agua a la sopa”. Eso se llama “financiamiento inorgánico del déficit”. El cocinero BCV, sin más plata para aportar verduras y carne, le añade más agua a ese mondongo, que poco a poco va perdiendo sazón y sustancia, diluyéndose. Eso se llama “dinero inorgánico”. Por supuesto que nuestro administrador queda muy lucido, todos lo felicitan contentos, pero saben que ese mondongo no les va a llenar ni les va a llegar a ninguna parte. Se comen el mondongo y quedan con hambre. Eso se llama “inflación”. El mondongo no les alcanza porque tiene menos valor nutritivo. Y si alguien le reclama, con algún comentario velado, al administrador, entonces éste trata de complacerlo diciéndole “no te preocupes. Sírvase otro plato”. A lo que por supuesto, nuestro cocinero BCV responde… añadiéndole más agua a la sopa. Ese ciclo, como ven, no termina, no para, y lo que pasas que bajo ese esquema la inflación sube y sube. El mondongo se pone masy mas aguado cada mes y, en teoría todo parece andar bien porque “se sirven mas mondongos que antes”. Pero esos mondongos fallos, sin verdura, sin carne, sin nada que alimente de verdad, valen cada vez menos y menos en realidad.
Vistos en estos términos culinarios, se puede apreciar entonces que la solución no es complicada. No se necesita matemática avanzada para resolver esta crisis. Se necesita, eso sí, liderazgo y mucha moral. Se necesita reducir la fiesta, dejar de invitar a tanta gente al condumio, o simplemente hablar con ellos y explicarles que las porciones van a ser mas pequeñas, mientras PDVSA y el SENIAT, buscan maneras de generar mayores ingresos para reponer la proteína en nuestro mondongo diario. Tambien se necesita un cocinero BCV que tenga mas pantalones y que le mande a decir al administrador del restorán, no puedes invitar a mas nadie, deja de regalar la comida, cobra por la bebida (la gasolina) y ajústate, porque sólo hay para mil platos y ya. Pero eso requiere un BCV independiente y con mucha fuerza moral.
En este mondongo parece que el único que gana es el administrador, porque queda bien con todo el mundo. Pero no. Lo único que ha ganado es tiempo. Eso se llama “correr la arruga”. Ha ganado tiempo para esperar que suceda un milagro. “Dios proveerá”. Que suba mágicamente el precio del petróleo para resolver la crisis, porque aumentar los impuestos también se ve feo. Culpar a los demás por un problema que ha causado él mismo, y que él mismo podría resolver. Pero a él solo le gusta hacerse el simpático, complacer a todos. Estamos en campaña. Hay que hacer sacrificios. Complacer a todos con una ilusión de mondongo que no llega a ninguna parte.